SAN DIEGO, 28 de julio (apro).- La decisión de la juez Susan Bolton,
de detener las partes controversiales de la ley antiinmigrante SB1070 de
Arizona, no dejó conforme a nadie: Ni a simpatizantes de los
inmigrantes indocumentados, ni a los grupos de radicales que se oponen a
cualquier cosa que no sea una deportación masiva.
En un clima cada vez más polarizado, agrupaciones como la Americans
for Legal Immigration, consideraron la decisión de la juez como una
bofetada a los "verdaderos americanos".
Entrevistado por Apro, el presidente de esa
agrupación, William Gheen, aseguró que existe mucho enojo en todo el
país; y pidió a sus seguidores que permanezcan en calma y que canalicen
su frustración borrando del mapa político a todos aquellos dirigentes,
empresarios y líderes que han apoyado una reforma migratoria.
"El presidente Obama y la juez Bolton simplemente se han puesto del
lado de los inmigrantes ilegales y en contra de los intereses del pueblo
norteamericano. Definitivamente creemos que la voluntad del pueblo ha
sido pisoteada", aseguró.
"Es difícil encontrar las palabras para expresar el enojo y la
desilusión que esta decisión nos ha traído”, señalo Gheen. "Es un día
triste para Estados Unidos, cuando parte de nuestro gobierno se ha
puesto en contra del público americano y en favor de los invasores",
agregó.
Entre los Minuteman, la sensación también era la misma: Josh
Shwalk, presidente del grupo de vigilantes en San Diego, expresó
también su rechazo a la decisión. "Lo que más nos molesta es que haya
bloqueado la facultad de las autoridades de revisar el estatus
migratorio de las personas detenidas por cualquier falta administrativa.
Esa era la parte medular de la ley."
Explicó que los Minuteman de todo el país están evaluando el
impacto de la decisión y las acciones que van a desarrollar en los
próximos días: "El resultado de esto es que habrá cada vez más grupos
civiles vigilando la frontera", advirtió.
Shwalk aceptó que el país está polarizado en torno al tema
migratorio, y aseguró que los culpables de esto son el presidente Barack
Obama y el Partido Demócrata, por no aplicar las leyes migratorias.
"El nuestro es un movimiento antiinmigrante, pero no racista. No
estamos en contra de ningún grupo en particular --dijo Shwalk--; estamos
en contra de que venga gente a este país violando nuestras leyes, y una
vez dentro, nos amenacen con bloqueos y manifestaciones."
En el otro lado de la moneda, organizaciones de derechos de los
inmigrantes, aseguraron que no había mucho por celebrar. Enrique
Morones, presidente del grupo Ángeles de la Frontera, afirmó que
mientras la ley esté vigente, en cualquiera de sus partes, no hay nada
por celebrar.
"Va a haber una serie de apelaciones de los grupos antiinmigrantes y
debemos estar preparados, porque se van a incrementar las acciones de
vigilancia y provocación a las organizaciones latinas", dijo Morones.
Definitivamente la decisión de la juez provocará que se tense el tema
migratorio, dijo Belinda Reyes, directora del Instituto César Chávez de
la Universidad de San Francisco.
"Si algo bueno ha traído toda esta discusión, es que ha llevado el
tema migratorio hacia la cima de prioridades entre los americanos", dijo
Reyes, quien agregó que una de las primeras partes de esta reforma
migratoria que podría ser aprobada es Dream Act, que legalizaría a
millones de estudiantes latinos que tienen buenas calificaciones. "No
veo, en el público general, esa histeria de racismo que describen los
medios".
Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/81815
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/81815
No hay comentarios:
Publicar un comentario