América Latina y el Caribe (ALC)
“conforman la región más desigual del mundo” y esa desigualdad no sólo
es alta, sino también muy persistente. En este contexto, Chile figura con un alto rango de diferencias socio-económicas.
El Informe Regional 2010 del
PNUD recomienda que para superar la pobreza y la desigualdad, el Estado
debe garantizar la salud y la educación, el acceso a infraestructura
básica y a la participación política. Para lograr esto, el informe
señala que es necesario aumentar la regulación, la carga tributaria y
fortalecer los instrumentos de redistribución.
Así lo indica el último Informe Regional
presentado en San José, Costa Rica el viernes 23 de julio por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El estudio dice además, que 10 de los 15 países más desiguales del mundo “pertenecen a esta región”.
El documento explica que los altos
índices de desigualdad constituyen un obstáculo mayor para reducir la
pobreza y avanzar en el desarrollo humano.
La desigualdad se puede medir con el “coeficiente de Gini“,
utilizado habitualmente por este tipo de estudios. Varia de cero a uno,
siendo el cero la igualdad absoluta y, el uno, la mayor disparidad
posible.
En América latina los dos países con el
índice de desigualdad más bajo, es decir los más igualitarios, son
Uruguay y Costa Rica, con 0,45 y 0,47 respectivamente.
En el otro extremo, Haití y Bolivia
trepan hasta 0,59 y 0,6, respectivamente. Es decir, son aquellos donde
la desigualdad es mayor.
Chile se ubica en el negativo ranking con un índice de 0,55, que lo deja en un sexto lugar.
Brasil es una de las naciones más exitosos en reducir la desigualdad en los últimos ocho años.
El PNUD
expresa que la persistencia de la desigualdad, acompañada de una baja
movilidad social, ha llevado a la región a caer en una “trampa de
desigualdad”, un círculo vicioso difícil de romper.
Expresa que en ALC es alta, persistente y se reproduce en un contexto de baja movilidad socioeconómica.
Por ello, propone elaborar y aplicar
políticas públicas con alcance, con amplitud y con apropiación para que
las personas se sientan y sean agentes de su propio desarrollo.
¿CÓMO COMBATIR ESA DESIGUALDAD?
El Informe destaca la importancia del
“logro educativo” en el combate a la desigualdad. Pero añade que el
gasto social del Estado en salud, nutrición e infraestructura, contribuyó también, en la última década, de forma significativa a reducirla.
Y sin embargo, la desigualdad sigue
siendo particularmente elevada en la región, sin que el estudio termine
de encontrar una explicación definitiva para esta situación. Para
combatirla, el coordinador del Informe, Luis Felipe López-Calva, reiteró que “no alcanzan los planes contra la pobreza. Se necesitan políticas específicas contra la desigualdad”.
Lo que se plantea el informe es un marco
de análisis en los hogares, con el objetivo de descubrir “las
restricciones que éstos enfrentan y los mecanismos que causan la
reproducción de la desigualdad”.
El Informe atribuye una particular
importancia a esos mecanismos de reproducción, que pretende combatir
mostrando, entre otros factores, cómo el nivel de educación de los
padres está estrechamente relacionado con el nivel de educación que
alcanzan los hijos.
Los elementos clave de la investigación
sobre las causas tienen que ver con lo que se reproduce a nivel del
hogar donde se establece el punto de partida de la nueva generación, por
eso es actuar sobre el futuro. Un chico que hoy nace en un hogar cuyos
padres tienen una escolaridad muy baja tiene menos del 5% de
probabilidad de entrar a nivel universitario, en tanto que esta
probabilidad es casi del 80%, para un chico que nazca en un hogar cuyos
padres son universitarios. De esta forma explicó, Isidro Soloaga, uno de los coordinadores del Informe del PNUD, las causas de la desigualdad.
Y es que un grupo importante de personas
se encuentra estancado en el último peldaño de la escalera, sin
posibilidades de movilidad social desde hace varios años.
El informe ofrece un mensaje positivo,
en el sentido que sí se puede romper la transmisión, entre generaciones,
de la desigualdad. Para ello, el documento señala que “el Estado debe
garantizar el acceso a la educación y a la salud. Se
indica que para alcanzar mejores objetivos en desarrollo humano es
necesario que los hogares e individuos tengan acceso al poder y a la
participación política, y para ello es necesario evitar el clientelismo y
la corrupción.
CRÍTICA A LA LABOR ESTATAL
López destacó, en su presentación, que
“la desigualdad se hereda en América Latina”, por lo que el informe
sostiene que si las políticas públicas inciden en esos mecanismos de
transmisión, como el acceso a la educación y la salud, podrían
reducirla.
Pero, advierte también, eso no es fácil,
pues la desigualdad genera un acceso inequitativo a las instancias
institucionales y limita la capacidad de los grupos más débiles de
hacerse escuchar. “El sistema político no permite compensar las
desigualdades”, asegura.
Una comparación sobre la “presión
tributaria” existente en América Latina y otras regiones del mundo ayuda
a explicar el fenómeno.
La carga tributaria es
de 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en la región, menos de
la mitad de la existente en los países desarrollados de la OCDE, donde
llega a 36,4 por ciento, o la de Estados Unidos, que es de 26,8 por
ciento, según los datos del Informe.
LAS DIMENSIONES DEL DESARROLLO Y EL GÉNERO
Al considerar las desigualdades respecto a los servicios de infraestructura básicos,
como agua potable y electricidad, el estudio identificó que persiste
una baja cobertura en Perú, Bolivia y Guatemala. Los hallazgos marcan
que cada vez es más difícil obtener agua potable en el hogar para los
ciudadanos de menores ingresos en Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Y lo
mismo ocurrió con el acceso a la electricidad en Guatemala Hondura y
Bolivia.
Pero si de desigualdades se debe hablar, los grupos que se llevan el trofeo son las mujeres y la población indígena y afro descendiente.
Las mujeres reciben un menor salario que los hombres por igual trabajo.
Tienen mayor presencia en la economía informal y acarrean una doble
carga laboral, indicó Luis Felipe López-Calva, otro de los coordinadores
del informe.
Sobre este aspecto subrayó dos temas
centrales: la inserción laboral y la cultura e institucionalidad del
cuidado, de los trabajos domésticos, en donde no hay una responsabilidad
compartida de la sociedad. De manera que las mujeres no tienen el apoyo
ni en el hogar ni a nivel institucional para tener tiempo de uso
diferenciado. Además la inserción laboral es precaria.
Luiza Carvalho,
representante del PNUD, destacó la posición privilegiada de Costa Rica
en el informe regional, donde junto con Argentina y Uruguay muestran la
menor desigualdad. Asociado al hecho de que Costa Rica es el cuarto país
de América Latina en inversión social per cápita, luego de Argentina,
Uruguay y Brasil.
Pero para los ticos no todo es alegría
porque se enfatiza que la desigualdad sigue en ascenso, y para frenarla
es necesario invertir más en educación, establecer políticas de empleo
formal y mejorar los salarios mínimos.
LA BRECHA ES CADA VEZ MAYOR
En eso coincidió, el joven diputado del costarricense partido de izquierda Frente Amplio, José María Villalta.
“Si Costa Rica se compara con otros países latinoamericanos donde
todavía son mayores los problemas de desigualdad, alguien podría tener
un criterio engañoso sobre la situación de nuestro país.”
La realidad es que en los últimos años
en Costa Rica se ha venido incrementando peligrosamente la desigualdad
social. Según confirman los estudios sobre los coeficiente de Gini, se
está produciendo cada vez más riqueza a un ritmo más acelerado, hay
mayor explotación de los recursos naturales del país y sin embargo cada
vez es mayor la brecha entre ricos y pobres.
Si se quiere que los latinoamericanos
consigan atenuar las desigualdades, hace falta una nueva política que
fortalezca los instrumentos de redistribución y regulación del Estado:
es decir, como afirmó López- Calva del PNUD, no alcanza con tener planes
contra la pobreza; hay que tener también planes contra la desigualdad.
http://www.elciudadano.cl/2010/07/27/pnud-latinoamerica-es-la-region-mas-desigual-del-planeta-y-chile-es-un-ejemplo-de-ello/
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