La negativa del gobierno, viene a ratificar que algunos militares,
también fueron victimas de sus propios compañeros de armas. Sin embargo,
no tendrán la misericordia del Estado. Esa es la diferencia que
distingue la calidad de victima y victimario.
Jorge Montecino es docente de la Universidad ARCIS, Valparaíso.
La
decisión del gobierno chileno, de no indultar a los violadores de los
Derechos Humanos, aparece como una señal potente del Ejecutivo respecto
de ser un gobierno que no indulta y que suele tener la mano dura,
respecto del delito.
Sin embargo, la medida
evitó un conjunto de situaciones y nuevos escenarios respecto de la
violencia política acontecida en el país, durante la dictadura militar y
que el actual gobierno no desea enfrentar.
El
indulto es finalmente una decisión política y no solamente jurídica.
Vale decir, tiene un origen jurídico, pero inevitablemente tiene un
transfondo político, por que recae exclusivamente en la figura del
Presidente de la República. Esto implica que la responsabilidad de
otorgar indulto, puede ser un factor de doble filo, cuyo costo político,
tendrá que asumir necesariamente el Presidente.
En
relación a la justicia aplicada y sancionada por los jueces, mediante
largos y costosos juicios, el indulto, como un acto administrativo,
provoca una reacción negativa, en las victimas y su entorno, lo que
también recibe la adhesión de otros sectores de la sociedad, sobre todo
por la ausencia de un seguimiento eficaz sobre los condenados.
Respecto
de cómo superar los dolores políticos producidos en Chile, en la
historia reciente de nuestro país, en gran medida tiene que ver con el
pedir perdón a las victimas. Mientras los altos mandos de las FFAA y de
Orden, no admitan la responsabilidad institucional en la sistemática
violación de los derechos humanos en el país, es difícil que el país
entienda la petición de indulto para los militares, aunque sean de rango
menor.
Lo que finalmente ocurrió en la
decisión del No Indulto, tiene mucho que ver con el reconocer y el
perdonar. El perdón es individual y le corresponde a cada una de las
victimas y su entorno. Reconocer, es un acto de valentía, y ello provoca
que el victimario, asuma la pena que le asignó Estado y esta debe
cumplirse íntegramente.
Los derechos humanos
son universales y la ciudadanía mundial, rechaza las amnistías, y todo
los que se parezca a punto final. Sobre todo en Chile, cuyos puntos de
detención para militares, cuentan con altos standards de calidad,
respecto de las demás cárceles del país.
Los
militares que podrían haber sido, beneficiados con el indulto, son
precisamente aquellos de menores rangos, que en ocasiones obedecieron
órdenes superiores, y no tuvieron posibilidades de evitarlas. La
negativa del gobierno, viene a ratificar que también fueron victimas de
sus propios compañeros de armas. Sin embargo, no tendrán la misericordia
del Estado. Esa es la diferencia que distingue la calidad de victima y
victimario.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/chile-lo-que-evito-el-no-indulto.html
http://www.argenpress.info/2010/07/chile-lo-que-evito-el-no-indulto.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario