MADRID, 29 de junio (apro).- En Europa las redes de trata de personas
obtiene ganancias de 2 mil 500 millones de euros cada año con la
explotación sexual y los trabajos forzados, dijo Antonio María Costa,
director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(ONUDC).
Este que es uno de los “negocios ilícitos más lucrativos en
Europa”, que mantiene atrapadas a un promedio de 140 mil víctimas en
este “círculo vicioso de violencia, abuso y degradación a lo largo y
ancho del territorio europeo”.
Al poner en marcha en España la campaña Corazón Azul contra
la trata de personas, el responsable de la ONUDC ofreció datos del
informe que sobre el tema recientemente presentó su organismo, en el que
se señala que no se vislumbra ninguna señal clara de que el número
global de víctimas disminuya.
“Por el contrario, la trata aumenta vertiginosamente, a
razón del 50% anual, ya que hasta 70 mil víctimas más son explotadas
cada año”.
“El 84% de las víctimas son sometidas a explotación sexual.
En Europa, uno de cada siete trabajadores sexuales son forzados a
ejercer la prostitución. Por lo general las víctimas son engañadas,
manipuladas y obligadas a prestar servicios en locales ilícitos cuyos
dueños las dominan y coaccionan, atrapándolas en una “burbuja” de
represión y abuso”, dice el informe.
Según los especialistas, estiman que cada dos años el
promedio de 140 mil víctimas son cambiadas de destino y su lugar es
ocupado por otro grupo de mujeres víctimas de las redes.
“Los europeos creemos que la esclavitud fue abolida hace siglos. Pero
mirad a vuestro alrededor y veréis esclavos por doquier. Debemos hacer
mucho más por reducir la demanda de productos fabricados por esclavos y
la explotación”, dijo Costa
El mencionado programa fue presentado hoy por la ministra de
Igualdad española, Bibiana Aido, por Antonio María Costa de Onudc, y
por las “madrinas” del programa que son las actrices Mira Sorvino,
ganadora del Oscar con la película Poderosa Afrodita de Woody allen, la
española Belem Rueda y la periodista y activista mexicana Lydia Cacho.
Sorvino, quien actuó en la película Mimic del mexicano
Guillermo del Toro, relató su encuentro con varias víctimas en
un centro de acogida y rehabilitación de víctimas, donde la mayoría son
ecuatorianas, paraguayas, rumanas y nigerianas.
“La mayoría fueron engañadas, incluso algunas por un ser
querido, para venir a España para trabajar, pero fueron forzadas a
trabajar como prostitutas en un prostíbulo al lado de la carretera”,
recordó.
Relató el caso de una mujer a la que su maltratador le
rompió las costillas al recargar su rodilla contra el pecho de la mujer,
y así fue obligada a prostituirse.
“Finalmente, acabó contagiada de enfermedades de transmisión
sexual lo que, paradójicamente, la alegró porque era la única forma en
que dejó de trabajar y así recuperaría su libertad”, recordó Sorvino.
Contó el caso de una nigeriana que mediante engaños de que
en España conseguiría trabajo y ganaría suficiente dinero para enviarle a
su hija que se quedó en su país, llegó primero escondida en la bodega
de un barco, como en los años de la esclavitud, y ya en Europa fue
obligada a prostituirse.
“Al llegar a España le dijeron que les debía 50 mil euros a
los hombres que la trajeron, por lo cual debía prostituirse para pagar
su adeudo, o de lo contrario matarían a su hija, que quedó al cuidado de
esta red mafiosa.
“Pero cada que envía dinero y habla a estas personas, le
ponen a la hija al teléfono, la golpean y ella la escucha llorar. El
problema es que este caso fue detectado por una ong cuando la mujer
estaba en un centro de detención preparándose para ser deportada por las
autoridades españolas”.
Según el informe del ONUDC, en Europa la mitad de las víctimas
proceden de los Balcanes (32%) y la ex Unión Soviética (19%); un 13%
provienen de América del Sur, un 7% de Europa central, 5% son de África y
3% lo son de Asia.
“Las víctimas de Europa oriental están diseminadas por toda Europa;
las sudamericanas en determinados países y el conglomerado asiático
registra cada vez más victimas y en algunos de los países europeos es el
grupo más explotado”, apunta.
En Europa la mayoría de los tratantes declarados culpables son
hombres, pero es cada vez mayor la participación de mujeres, porque “las
consideran buenas para liderar la busca de víctimas”.
México fue el primer país en poner en marcha este programa,
Corazón Azul, y ahora le siguió España.
La periodista mexicana Lydia Cacho resaltó que en el evento
estuvieran presentes no solo las autoridades de Igualdad y de ONUDC,
sino elementos de los cuerpos de seguridad español dedicados a combatir
el delito de trata de personas y grupos sociales dedicados a
rescatarlas.
“Me siento muy bien de estar con Mira Sorvino y Belém Rueda,
yo soy una periodista y activista, y a lo largo de diez años he seguido
la pista de mujeres y niños abusados, en cinco años he investigado a
las víctimas de trata con fines sexuales”, comentó.
Recordó que en estos años siguió la pista de las víctimas y
de los victimarios, de las redes de delincuencia organizada dedicadas al
tema y a las organizaciones dedicadas a su rescate.
“El corazón azul representa el sentimiento de dolor y
tristeza, de desamparo que tienen las víctimas cuando son esclavizadas y
no se sienten acompañadas o se han sentido traicionadas por las
personas adultas que debían cuidarlos, por sus países y sus gobiernos
que debían darles igualdad y trabajo, que las expulsaron y se vieron en
la necesidad de viajar a otro lugar, a otro país, para buscar ese futuro
posible, y ese futuro posible es la esclavitud”, dijo.
Consideró que esta campaña puede convertirse en un ejemplo para el
mundo hispanohablante.
La ministra Bibiana Aido consideró que esta campaña que,
aparte de acciones concretas, reformas legales y provocar la conciencia
colectiva con una campaña promocional que arrancará aquí en España, se
busca que esto sea un programa global y gata cooperación entre Estados y
organismos “porque la trata de personas es un delito que no entiende de
nacionalidad”.
“La trata esclaviza a las mujeres y niñas en el mundo,
hablamos de violencia, secuestro, tortura, vejaciones, explotación
laboral, explotación sexual, violaciones. Hablamos que sustraen a las
mujeres de su entorno para obligarlas a ejercer la prostitución, que no
constituye, como suele decirse, el oficio más viejo del mundo, lo que
constituye es una de las formas de violencia más viejas del mundo y la
única que ha perdurado a lo largo de siglos.
Precisó que “la campaña pretende aclarar que las mujeres y
las niñas o niños no están en venta, nuestra sociedad no está en venta”.
fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/80817
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