Hagop Akiskal sabe cómo armar una pareja. Se enamoró a los 16 años de
una mujer. Tiene 65 años y todavía sigue junto a ella. Pero tras décadas
de estudios en desórdenes psiquiátricos no defiende el enamoramiento
eterno. Por el contrario, sostiene que "vivir en el estado de
encantamiento por más de seis meses puede ser patológico. Es un estado
muy cercano a desórdenes mentales, como la depresión, el desorden
bipolar o el obsesivo-compulsivo".
Este psiquiatra es reconocido
en la comunidad científica de los Estados Unidos por sus trabajos sobre
el humor de las personas (ver Perfil), desde una perspectiva que mira
más las cuestiones de la evolución y la química de las relaciones
humanas. Invitado como orador en una de las sesiones del congreso anual
de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que
finaliza hoy en la ciudad californiana de San Diego, Akiskal contó a
Clarín que siempre quiso saber sobre el amor romántico: "Suena
superficial y algunos colegas prefieren evitar el tema, pero las
pasiones amorosas han sido un misterio que ha preocupado a muchos
pensadores, como Platón y San Agustín, quien afirmaba que era una locura
temporaria".
Akiskal defiende entonces "la ciencia del amor",
un campo reciente de trabajo. "Décadas atrás estuve investigando el
comportamiento en monos y los diferentes desórdenes del humor, y con el
tiempo focalizamos también en el enamoramiento, que tiene varios
síntomas: la persona no puede dormir, no puede concentrarse en otros
temas, y sólo tiene una obsesión por el enamorado", explicó Akiskal. El
psiquiatra hizo estudios en personas enamoradas y encontró que los
niveles de serotonina, que es un neurotrasmisor en el sistema nervioso,
eran similares a los de pacientes con desorden obsesivo-compulsivo.
"Situaciones similares se dan en personas con depresiones. Por lo tanto,
a los seis meses se puede seguir con la misma pareja, pero habría que
sospechar si los síntomas del enamoramiento siguen. Es conveniente que
el enamoramiento dure sólo meses. De lo contrario, se sufre demasiado",
aclaró Akislal.
"Desde la ciencia del amor, nos hemos dado
cuenta que los perfumes de alguna manera van en contra de la evolución.
Porque necesitamos oler al otro y no enmascararlo, porque cada ser
humano puede usar el olfato para descubrir si hay una
histocompatibilidad con la otra persona. Por eso, es tan bueno el baile y
la transpiración", opinó el psiquiatra.
Akiskal también
consideró que hay que prestarle atención a los niveles de la oxitocina,
también llamada "la hormona de la confianza", que se libera como
respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé. "Aunque
las investigaciones están en curso, podemos afirmar que las relaciones
de confianza están basadas en la oxitocina, que ya existe en el mercado
como un spray nasal", señaló el psiquiatra nacido en Siria. Luego
disparó una idea controvertida: "Se podría usar el spray para hacer
negocios y generar empatía. Son unos polémicos de las drogas".
El
psiquiatra, que no toma café pero admite que se devora chocolates,
marcó un cambio en el modo de tratar a los pacientes: "En los sesenta,
se empezaron a cerrar los neuropsiquiátricos y se crearon centros de
salud mental en las comunidades, un cambio que también hizo que muchos
pacientes quedaran en las calles de los Estados Unidos". En el centro en
que trabajaba, Akiskal abrió una "clínica" dedicada al humor de los
pacientes y fue pionero en esta estrategia.
"El 15% de las
personas tiene algún problema de humor, y es importante tratarlo
tempranamente porque así se puede llegar a prevenir futuras depresiones y
suicidios", cerró Akiskal.
fuente, vìa :
http://edant.clarin.com/diario/2010/02/22/sociedad/s-02145019.htm
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