El Ministerio de Industria ha remitido a la Comisión
Nacional de la Energía (CNE) una nueva subida
de las tarifas eléctricas que se hará efectiva en Julio de este
año, fijándose en un 4,2% sobre el
precio actual -días atrás se especuló que no llegaría al 4%- y que se
suma al incremento que ya en Enero de este año encareció el precio de la
luz un 2,6% en los precios.
El Ministerio de Industria ordena que las tarifas eléctricas de
acceso suban en julio un 10% para los hogares y pequeños comercios, un
5% para la mediana industria y que se congelen para los grandes
consumidores (cementeras, químicas o siderúricas), pero el coste real de
la energía reduciría la cifra hasta el 4,2% que finalmente se baraja
para el recibo de la luz.
La subida acumulada para este año alcanza ya el 6,8% y confirma una
tendencia que Facua-Consumidores en Acción ha lamentado al
considerar que el gobierno “pone la cuenta de los resultados de las
eléctricas por encima de los intereses de los usuarios y además en un
momento de crisis económica en el que los incrementos tarifarios
resultan mucho más lesivos para éstos”.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que
ya calificó como "desproporcionada e injustificada" la
subida del 2,6% por “superar con creces la previsión del IPC” prevista
para este año, ha definido el último anuncio del gobierno como “golpe
bajo a los consumidores” para terminar afirmando que "la
liberalización ha servido de poco, porque no ha mejorado ni la
calidad ni el precio de la electricidad, y que, eso sí, sigue un ascenso
imparable de precios".
La liberalización a la que se refiere la OCU comenzó con la Ley
del Sector Eléctrico de 24 de noviembre de de 1997, y la del
gas y los productos petrolíferos a partir de la Ley de
Hidrocarburos de 14 de mayo de 1998, fijándose un calendario
que afectaba tanto a la oferta como a la demanda, y suponiéndose que la
existencia de varios suministradores redundaría en un menor coste para
el consumidor. La realidad ha demostrado que las dos principales
empresas en España controlan el 75% del mercado de la energía,
muy por encima del 30% establecido para que exista competencia o del
20% que como máximo debiera controlar la mayor de ellas. Se trata, por
tanto, de un oligopolio que se mantiene tras el anuncio
de que el mercado se abría a 27 empresas a mediados del año pasado,
que, en la práctica, funcionan como revendedores de las tres grandes -Iberdrola,
Endesa y Unión Fenosa-, multinacionales que siguen controlando
el 90% de la producción.
Por poner un ejemplo, ocurre lo mismo que en el caso de la fingida
pluralidad de la TDT, donde todas las nuevas cadenas dependen de las que
ya existían, aparte de Intereconomía y alguna más.
Las subidas de los años anteriores, aplicadas en Enero y Julio de
2008 y 2009 ya supusieron unencarecimiento del recibo de la luz del 22,8% como
media, lo que significó más de cinco veces el IPC acumulado durante ese
período y que España se situase como el país que suma la mayor subida, superando 10 veces la media de la Eurozona. Ahora,
además, habrá que añadir el incremento en dos puntos del IVA, que a
partir del 1 de julio pasará del 16 al 18%.
Lo que suben son, pues, los “peajes” o tarifas de acceso un 10% para
hogares y pequeños comercios (26,7 millones de personas) -las
grandes empresas no se verán afectadas- y éstos suponen cerca
de la mitad de la factura de la luz, por lo que la subida final será de
algo más del 4% más la subida del IVA.
En España, las Comercializadoras (Endesa, Iberdrola,
etc.) compran la electricidad a un precio que varía en función de la
cantidad total ofertada y demandada por el mercado, y nos la venden a un
precio fijado por el Gobierno para el suministro obligatorio (TUR).
Durante los últimos años, elPrecio Medio Final en el Mercado Eléctrico ha
descendido un 31,5% (entre 2005 y 2009), sin embargo, el
ejecutivo no ha parado de subir la factura de la luz: un 29,7% durante
el mismo período, sin contar el IPC.
Esto significa que al margen de beneficio de estas multinacionales hay
que sumarle las subidas que impone el gobierno con el fin de reducir el
llamado “déficit tarifario”. En los últimos años del gobierno Zapatero
los incrementos a la factura han supuesto un +5,92%
(2006); +6,18% (2007); +9,08% (2008); +5,70% (2009) y 6,8% (en lo que va
de 2010).
Además, lo que llevan haciendo los últimos años es cargar sobre todos
los ciudadanos por igual el déficit tarifario (que se eleva a unos
16.000 millones) y, en esta última ocasión, subvencionar además el
carbón.
FACUA denuncia que el nuevo modelo de pago
“regulado” a través del TUR y sus efectos reales sobre la población
-sucesivas subidas de precio- en lugar de evitar costes excesivos en el
mercado libre para los ciudadanos se está convirtiendo en una tarifa
disuasoria. Para esta asociación, “se trata de una fórmula diseñada por
Industria para promover artificialmente un mercado libre
al que los usuarios domésticos serán arrojados. Y es que cuanto más
elevada sea la tarifa fijada por el Ministerio, más atractivas parecerán
las ofertas lanzadas por las compañías que operan con sus propias
tarifas”.
Se trata, pues, de una medida que favorece el control privado del
sector.
“Habrá quién esté tentado a decir que la culpa de las subidas de la
luz la tienen las renovables, pero esto no es así”, nos cuentan en el Blog Solar de Jumanji.
fuente, vìa :
http://tercerainformacion.es/spip.php?article16122
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