Son malos tiempos para los y las trabajadoras, pues
una nueva forma dictatorial parece que domina las limitadas democracias
formales capitalistas. Y ahora ya lo hacen de forma rotunda, sin ningún
tipo de rubor y con la connivencia de los gobiernos de todos los países
de economía de mercado del mundo.
Esta dictadura la del capital
en su vertiente financiera decide sobre nuestras vidas sin que nadie
los haya elegido. Controlan los resortes del poder económico mundial y
hacen bailar a los países al son que ellos quieren dejando en la pobreza
y el hambre a millones de personas o recortando las exiguos logros del
estado del bienestar. No tienen moral y las vidas humanas para ellos
no tienen ningún valor, obtener los máximos benéficos es lo importante.
aunque ello signifique la destrucción de los seres humanos o del propio
planeta.
Esta nueva dictadura, la del capital financiero, no se
conforma con dominar la esfera económica o política sino que además
mediante el uso de los medios de comunicaión-desinformación de masas
pretende construir un pensamiento único de forma que su dominación y sus
reglas aparezcan ante nuestros ojos como algo natural, necesario e
inevitable. Su pretensión es totalizadora y totalitaria es un nuevo
fascismo, más sutil, sin camisas pardas o negras, pero con cuellos azul
celeste y hermosas corbatas de seda. Pero dictadura al fin y al cabo.
Pero
pongámosles caras, son multimillonarios dedicados a la especulación
bursátil, bancos, entidades financieras, grandes corporaciones o
multinacionales y la clase dominante. Pero estos tipos, como diría
Michael Moore, cuentan con la inestimable colaboración de nuestros
gobiernos (clase gobernante) y de los medios de información (clase
alienante) que cada día escupen las informaciones que unos y otros les
proporcionan de manera que sus propuestas criminales sean aceptadas sin
oposición por parte de la llamada opinión publica. Cada día más
alienada, acrítica y asustada ante un futuro que desconocen, pero que
intuyen como infernal.
Después de obtener pingües
benéficos en Grecia, a costa de los ciudadanos griegos le ha llegado la
hora al estado español y más tarde a todos los países de Europa. Pero
los gobernantes autodenominados socialistas, pero conocedores de esta
situación, al igual que el resto de fuerzas políticas sistémicas y no
han hecho nada, simplemente aceptar sus directrices neoliberal.
El
gobierno español como han explicado varios analistas económicos en
kaosenlared, va ha realizar el mayor recorte social de la historia
contemporánea española: rebaja del 5% del sueldo de los
funcionarios, congelación de pensiones, recorte de gasto farmacéutico,
recorte en inversión de infraestructuras (por tanto, menos empleo),
recorte de ayuda al desarrollo de países empobrecidos. Pero sin
tocar un pelo a los que más tienen. Los ricos continuarán
invirtiendo en el paraíso fiscal de las SICAV: Sociedad de Inversión de
Capital Variable (empresas de inversión muy queridas por personas con
grandes capitales, que sólo pagan un 1% de impuesto).
Pero,
el objetivo de este articulo es analizar también los argumentos
ideológicos alienantes que se están utilizando para esconder a los
verdaderos criminales, a los van a enriquecerse empobreciendo a la
mayoría. De manera que sus intereses económico-políticos queden ocultos y
así no se puedan ver ni limitados, ni entorpecidos, de forma que la
mayoría de la sociedad los acepte como lógicos y naturales.
La
manera más sencilla de justificar sus planteamientos y acciones es
buscar chivos expiatorios, es decir responsabilizar de ésta situación a
otros agentes sociales o grupos humanos. Y quien mejor que los
trabajadores, inmigrantes o parados, funcionarios o jubilados y
pensionistas.
La batalla ideológica ha
empezado, llevamos días escuchando y leyendo en boca de periodistas
dóciles o de ciudadanos cegados por el miedo, todo un conjunto de
argumentos de carácter reaccionario y más propio de discursos
filofascistas o neoliberales que de personas que se autodenominan de
izquierdas o progresistas y que como podemos ver ni lo son ni lo serán.
Muchas
veces estos argumentos están en boca de personas que uno creería
instruidas e informadas y otras veces en trabajadores desclasados y
muchos de ellos votantes de partidos de dudosa reputación democrática o
de escasa fiabilidad progresista.
Pero qué dicen estos finos
postulantes a tertulianos de intereconomia: básicamente mentiras y
afirmaciones interesadas propias de quien defiende a ultranza los
postulados más sucios y miserables de este capitalismo criminal, si este
capitalismo financiero que nos ha llevado a esta crisis. Estos
estafadores dueños del mundo que dejan sin comer y sin medicinas o
escuelas al ochenta por ciento de la población mundial. Estas gentes
están introduciendo en la sociedad civil el lenguaje propio del
capitalismo cuando empieza a rozar el fascismo.
Cuando nos
dicen, esto lo salvamos entre todos, es evidente que lo que están
pensando es que nosotros los y las trabajadoras y no en otros, paguemos
sus errores y sus pillajes. En el fondo nos están diciendo que nos
apretemos el cinturón, jamás se lo han apretado ellos, si acaso lo han
ajustado al cuello del pueblo con la esperanza que nos acabemos de
morir.
Los argumentos de estos miserables tienen como objetivo
distraer la atención del ciudadano y hacer que este sea incapaz de
identificar a los únicos y verdaderos responsables: los sucios
capitalista que gobiernan el mundo y sus gestores políticos y no del
pueblo trabajador. Dicen que somos unos avariciosos que hemos gastado
con desmesura (todo el mundo necesita una vivienda y la ha tenido que
pagara a lo que el mercado marcaba) y por encima de nuestras
posibilidades, sin caer en la cuenta que si algunos (no la mayoría) así
lo han hecho ha sido porque justamente los que dominan el mundo han
creído oportuno prestar el dinero de sus bancos para obtener grandes
benéficos y no por altruismo o filantropia. Pero como pueden ser algunos
tan miserables y tan voz del amo.
El primer chivo expiatorios
que han buscado en Europa (también en los EEUU en Arizona) ha sido el
colectivo de los inmigrantes. Su discurso es sencillo y viejo y se
resume en decir que si estas personas abandonan España o Grecia o el
país que sea las posibilidades de encontrar trabajo y salir de la crisis
será más rápida. En definitiva, que si no hay trabajo, que se vayan,
vamos que recojan sus bártulos y si te he visto no me acuerdo... es más
nunca has estado aquí y si lo estás ahora es para robar pues no tienes
otra forma de subsistir. Quién en su sano juicio puede decir esto, quién
en su sano juicio y no siendo carne de cañón del fascismo es capaz de
hacer semejante aseveración. Las personas no son objetos de usar y
tirar. Pues las estamos oyendo en las calles, aulas, bares, fabricas,
comercios del estado español y muchas personas dignas hacen como si no
las oyeran como si no pasara nada... y evidentemente algo puede pasar y
no creo que lo que acontezca se algo positivo.
El segundo grupo
de responsables de la crisis son los trabajadores sin empleo, los
parados y paradas que cobran sin trabajar, dicen. Sin tener en cuenta
que estos han cotizado para recibir sus prestaciones y que el estado
democrático, según sus propias reglas y principios fundacionales debe
ser redistributivo y ayudar los más débiles. Muchos se atreven a decir
que reduciendo las prestaciones (cosa que ya baraja el ejecutivo
socialista español) se podrá poner freno al déficit público. Cuando
todos sabemos que esto es una nimiedad comparado con el fraude fiscal
por ejemplo o con los benéficos astronómicos que obtiene los
especuladores financieros. Pero, para los ciudadanos desclasados,
siempre es más fácil ser fuerte con el débil y sumiso con los poderosos.
El tercer grupo al que se ataca es al de los jubilados y
pensionistas a los actuales, a los que se les ha congelado el sueldo y
no estarán exentos de sufrir recortes en sus pensiones como se ha hecho
en Grecia (eliminación de la mitad de las pagas extras), pero es más el
objetivo que se plantean y que presentan como progresivo es que los
nuevos jubilados y pensionistas cobren menos. Para ellos se están
preparando nuevos sistemas de computo de los años cotizados, de manera
que el derecho a percibir las pensiones sea más difícil y estas además
se vean substancialmente reducidas. La solución que ofrecen son la
pensiones privadas, baste recordar como ese sistema quebró en Chile o en
otros lugares del mundo, al estar sometidos esos fondos a la
especulación financiera, dejando a los paganos compuestos y sin novias.
El
cuarto grupo son los trabajadores en activo a los que se quiere
convertir en mano de obra sin derechos y sin indemnizaciones por
despido, claro eso se está haciendo de forma gradual pero sin perder un
minuto. Los nuevos sistemas de contratación ya llevan años en sea línea y
la reducción de las indemnizaciones por despido han sido una constante
incluso en épocas de bonaza. Y ahora van a por todas.
El
quinto colectivo es el de los funcionarios públicos. La idea de estos
neoliberales es clara, quieren criminalizar a una parte de los
trabajadores (muy reducida por ejemplo en el estado español) para
enfrentarlos a otros. El argumento de que el sector público en España
está sobredimensionado es habitual en las tertulias y medios de
desinformación conservadores y liberales (y también en algunos que se
dicen de izquierdas). La realidad es otra como ha explicado Vicenç
Navarro [1] en España la cifra es de un 9% (el promedio en la Europa de
los 15 es el 16%), mientras en países con una mayor calidad de vida es
mucho más grande (26 en Dinamarca, 22 en Suecia y 19% en Finlandia).
Los
argumentos criminalizadores son variados pero en esencia se pueden
resumir en considerarlos unos privilegiados: “Mirar que mal estáis
vosotros, contratos precarios sueldos bajos, despido barato y en
cualquier momento, jefes que os obligan a hacer lo que ellos quieren,
etc”. Pero en realidad lo que estos energúmenos filofascistas quieren es
convertir los derechos conseguidos por años de lucha y después de una
dura oposición en privilegios.
Siembran el odio y nos hacen
recordar tiempos pretéritos, aquellos en los que era tradición en
algunos lugares, de ingrata memoria, machacar a los recién llegados al
trabajo o a la escuela, en lugar de ayudarla... con el único argumento
propio de un simio enfermo de que a mi también me lo hicieron. O el que
es aún peor si yo no lo tengo que no lo tengan otros, en lugar de usar
el único posible: si yo no lo tengo y estos compañeros si, es
que todos los podemos tener y ese debe ser nuestro objetivo que todo el
mundo tenga estos derechos laborales.
En realidad lo
que querrían los capitalista y sus esbirros, carne de fascismo y
enemigos del pueblo trabajador, es que nadie tuviera derechos y que
todos estuviéramos sometidos a la dictadura del capital... ¡Pues no!
somos muchos los que no tragamos.
Mientras nosotros los
empleados públicos lo que pedimos es que los derechos que nosotros y
nosotras tenemos (los que somos funcionarios, muchos compañeros no los
tienen pues son interinos o contratados temporales) es que también los
tengan todos los trabajadores y trabajadoras. Son derechos no
privilegios!!
Nosotros somos el pueblo y no gente miserable que desea
preservar para ellos solos los derechos laborales y sociales adquiridos
tras muchos años de lucha colectiva y sacrificios. Nosotros lo que
queremos que estos derechos y otros que una nos quedan por conquistar
sean para todos y todas.
Nosotros somos gentes
solidarias y trabajarnos el pueblo como médicos, profesores,
arquitectos, ingenieros, bomberos, limpiadoras, conserjes, ....
estamos para servir al pueblo no para ser usados como chivos expiatorios
en manos de los políticas del capital y del neofascismo.
No
se engañen los trabajadores, estos recortes salariales que padeceremos
los funcionarios (y que más temprano que tarde sufrirán todos los
trabajadores) que tenemos sueldos mas bajos no solucionaran la crisis,
su objetivo es dividirnos. El estado y el capital no quieren que todos
tengamos más derechos sino que todos tengamos menos. Estos nuevos
filofascistas nos han robado hasta el lenguaje, llamando privilegios a
los derechos!!
Las personas que no aprecian para nada los derechos
adquiridos, no entienden que las cosas que hoy disfrutan se han
conseguido por la lucha de muchas mujeres y hombres a lo largo del
tiempo. Ya no se acuerdan de aquello que se decía en la España del siglo
XX: pasa más hambre que un maestro de escuela. O de como los
funcionarios eran cesados a capricho del político de turno, es eso lo
que quieren es esa la sociedad democrática que debemos construir. Una
sociedad sometida al miedo y a los poderosos no es democracia, eso es
¡filofascismo! Digan lo que digan!!
Esos trabajadores e incluso
funcionarios desclasados no se acuerdan que nuestros sueldos eran menos
de la mitad del sueldo de un trabajador no cualificado en los tiempos
del boom inmobiliario, nada dijimos los funcionarios que servimos la
pueblo y nada tenemos decir sobre eso ahora, cuando nuestro sueldo
siguen siendo en la mayoría de los casos de menos de mil euros. Quien
defienda estos argumentos son nuestros enemigo estén donde estén y digan
lo que digan.
Todos queremos tener buenos médicos, profesores,
bomberos o jueces y buenos servicios públicos pero como es eso posible
si los que estamos luchando por eso venos nuestro sueldos de un día para
otro rebajados para hacernos pagar una crisis que no hemos generado y
que encima se nos catalogue de privilegiados. Los servicios no mejoraran
y como ya ocurre muchos médicos y enfermeras se irán otros países donde
el reconocimiento social y salarial sea mayo.
Nos piden
nuestros gobernante que nos apretemos el cinturón mientras ellos nada
dicen sobre que el indecente salario mínimo de un trabajador sea de 624
€/mes, mientras que el de un diputado es de 3.996, pudiendo llegar, con
dietas y otras prebendas, a 6.500€/mes. O que un que un profesor, un
maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad
pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de
tercera. Y no digamos el conjunto de los funcionarios de las escalas
más básicas donde los salarios de mil euros son el pan nuestro de cada
día.
En resumen, quieren que la crisis la paguemos los
trabajadores y cuentan con que los mismos trabajadores, los más
desclasados o los menos capacitados ideológicamente acepten esto
argumentos de la nueva dictadura del capital sus argumentos como única
manera de salir de la crisis. Crisis que como todos sabemos no les
afecta a ellos (como bien muestran esos programas de televisión sobre
mansiones o ricos) y en la que están obteniendo excelentes beneficios,
mientras nosotros los trabajadores una vez más sólo obtenemos perjuicios
y miseria.
No permitamos que se salgan con la suya, no decaigamos y
no renunciemos a la lucha y a la unidad anticapitalista y utilicemos la
única herramienta que tenemos: la huelga general.
fuente, vìa :
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