martes, 4 de mayo de 2010

Chile: Con 152 detenidos culminó la masiva y reprimida marcha del día del trabajador Detenciones arbitrarias, bombas lacrimógenas, carros lanzaaguas, caballería montada y descomunal despliegue militarizado fue la tónica y escenario que vivieron los trabajadores chilenos.

Al acto convocado por central por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en conmemoración del Día del Trabajador, asistieron más de 10 mil personas y  finalizó con más de 150 personas detenidas, según cifras entregadas por abogados, que concurrieron a los centros de detenciones para constatar la situación de los detenidos, que en varios casos se les negó o se falseó la información de las personas detenidas, por parte de la policía.
Las numerosas personas, agrupaciones artísticas y sindicatos, se dieron cita pasadas las 10 de la mañana en el frontis de la Universidad de Santiago (Usach), desde donde se dio inició a la marcha hasta el escenario central, ubicado en las esquinas de Alameda y Brasil, donde el único orador de la jornada fue Arturo Martínez.
Arturo Martínez comenzó su discurso saludando a los trabajadores que a la misma hora celebraban esta fecha en los lugares más afectados por el terremoto, así como dio su apoyo a las actuales luchas de los trabajadores de Thyssenkrup, Gendarmería, Aduana y Asmar. Criticó que "los dueños del capital, estén gobernando el país", en referencia al presidente derechista Sebastián Piñera. También, se refirió al tema de la reconstrucción del país luego del terremoto y a las nuevas políticas laborales que intentará impulsar el nuevo Gobierno.
Más adelante, manifestó su rechazo a la problemática que ha rondado al gobierno de Piñera, diciendo que "los conflictos de interés abundan en estas autoridades". Por ello, recordó las áreas económicas en que el Presidente tiene depositados sus intereses e influencias. En aquel contexto declaró que, el que los grupos económicos más poderosos del país sean los que hoy están gobernando, "es una vergüenza".
Además, se manifestó preocupado por los posibles cambios legales que afecten negativamente al sector, advirtiendo desde ya que se llamará a paro nacional indefinido en caso de que el gobierno envíe al Congreso un proyecto para eliminar la indemnización por años de servicio y como una forma de posicionar sus demandas laborales.
Rechazó también las nociones de flexibilidad laboral que buscaría instalar el gobierno, lo que a su juicio resulta "inmoral", pues reduciría los derechos que los trabajadores hasta aquí han podido conquistar.
Antes de que empezara el acto central, una numerosa columna de trabajadores se desvinculó de la marcha y se dirigieron al parque Almagro donde montaron un acto paralelo, en clara discrepancia por las contradicciones en la conducción de las luchas laborales y sociales de los trabajadores chilenos, por parte de los sectores ligados al Partido comunista y Socialista que gobiernan la CUT   También, en este sentido los que recibieron críticas directas, por parte de los asistentes, fueron los diputados de la desaparecida Concertación por la Democracia, Fulvio Rossi, Juan Pablo Letelier y Carolina Toha, que insultados y vilipendiados, fueron socorridos por el dispositivo de seguridad de la CUT. Al respecto del hecho, Arturo Martínez se refirió de forma despectiva de los disidentes y no los justificó en sus actos, pero que entendía lo ocurrido, pues "la Concertación se alejó de la gente y de los trabajadores y cuando fue gobierno no hizo las reformas que se esperaban".
LA REPRESIÓN
La numerosa presencia policial se hizo sentir horas antes que comenzaran las actividades, unas diez cuadras a la redonda fueron ocupadas por vehículos policiales y agentes de civil, que empadronaron a cuanto transeúnte se les cruzaba en el camino, llegando al extremo de detenerlos a la salida de sus domicilios. En las inmediaciones de la Universidad de Santiago, lugar de inicio de la convocatoria se hicieron exhaustivas revisiones, controles de identidad y detenciones por sospecha. Numerosos piquetes de Fuerzas Especiales se apostaban en las esquinas de la Alameda y en las calles aledañas, dificultando el transitar de los manifestantes hacia el escenario ubicado en las esquinas de Brasil y Alameda
  Mucho antes del discurso de Arturo Martínez, dirigente de la CUT, se produjeron los primeras arremetidas por parte de la militarizada policía chilena, que intento cortar el desfile dispersando violentamente a los manifestantes con un amplio despliegue represivo, lo que incluyó detenciones selectivas, orientadas por agentes de civil infiltrados entre la gente. 
Nuevos incidentes se volvieron a registrar al culminar el acto, pasadas las 12:30hrs, a la altura de calle Cumming con Alameda, luego que el fuerte contingente policial, en operación rastrillo,  desocupaba la principal arteria de la capital, registrándose nuevamente múltiples detenciones, entre ellas, la de un camarógrafo que registraba la detención de una mujer, lo que molestó a los agentes de seguridad y fue subido violentamente a un carro blindado.
Las banderas sindicales que ya no representan a todos los trabajadores
Cristián Zúñiga Pozo- En esta celebración del Día del Trabajador, nuevamente sale a relucir la baja calidad del empleo en Chile. El 45 por ciento de la fuerza laboral tiene trabajos precarios o "desechables". Son los parias de la fuerza laboral, quienes no pueden acceder a los beneficios de las leyes, ni tampoco gozarían de las garantías que eventualmente podrían lograr los sindicatos, pues tampoco pueden ser parte de ellos.
Es una nueva conmemoración del 1 de mayo y, especialmente este del Bicentenario, la situación de cientos de miles de trabajadores no parece muy auspiciosa, sobre todo por la precariedad de las condiciones laborales en las que se desempeñan el grueso de los trabajadores chilenos. Demandas que se volverán a escuchar en las calles este Día del Trabajador.
Sin embargo, las peticiones que expondrán los trabajadores agrupados en sindicatos, tampoco son representativas de la fuerza laboral chilena, ya que gran parte de ella se encuentra en condiciones informales que les impiden, incluso, ser parte de estas organizaciones.
La Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) de 2006 es clarificadora en este sentido. El 45 por ciento de la fuerza laboral (poco menos de 2 millones y medio de trabajadores) forma parte del empleo precario o trabajo desechable. El desglose de las cifras es la siguiente: Contrato Indefinido: 41,9 %; Contratos Atípicos (Contrato a plazo fijo, por faena, de aprendizaje, de servicios transitorios) 12,9%; Asalariados sin contrato (asalariado sin contrato, asalariado a honorarios):21,5%; Independientes (empleador, cuenta propia profesional, cuenta propia): 23,7 por ciento
De manera complementaria, las estadísticas que surgen a través del cobro del seguro de cesantía, demuestran que más de la mitad de los asalariados duran menos de un año en sus empleos. Esta situación, además incide en la baja productividad. El último informe de la OCDE muestra que ella ha disminuido de un 2.1 por ciento a un 1.2 por ciento durante las últimas décadas. Además, el explica que el 80 por ciento de la brecha entre el PIB de Chile y el de los países más desarrollados es atribuible a la baja productividad laboral.
Un estudio sobre los países miembros de la OCDE demuestra que aquellos con regulaciones laborales supuestamente "rígidas" son más productivos. Esto se explica por el capital humano que se puede acumular con empleos estables y con la motivación e identificación que tiene un trabajador con un determinado empleo.
Los trabajadores finalmente "rinden menos" porque tienen empleos que Kirsten Sehnbruch, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile califica como "desechables", donde se generan bajos niveles de ingresos y se reciben poca o nula capacitación, lo que termina influyendo en los resultados.
"Es muy poco probable que lleguemos a ser un país desarrollado con una economía basada en recursos naturales con la inequidad que tenemos y con un 45 por ciento de la fuerza laboral que tiene trabajo desechable o que no tiene trabajo o que ni siquiera puede acceder a un trabajo. Si uno hace el ejercicio de sumar los desocupados, los cesantes, la gente que le gustaría participar en el mercado laboral pero no puede y además estos trabajos que son poco productivos, los trabajos desechables uno llega a una cifra de un 45 por ciento. No veo cómo con el modelo actual vamos a lograr absorber ese 45 por ciento de sobre oferta laboral que tenemos en el fondo sin cambiar el modelo económico y si no la absorbemos vamos a seguir siendo un país muy desigual, muy inequitativo", señaló Kirsten Sehnbruch, profesora del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
Otro de los puntos en conflicto es que actualmente los trabajadores con contratos indefinidos que son despedidos por razones no relacionados a su propia conducta tienen el derecho de recibir un mes de sueldo por cada año que duró su relación laboral. Pero los empresarios rechazan la ley que les impone el pago de las indemnizaciones por años de servicio porque les impone costos muy altos al momento de tener que despedir a un trabajador. Este costo puede llegar a ser insostenible durante momentos de crisis económica.
Sin embargo, los expertos aseguran que el objetivo de avanzar hacia el desarrollo del país también debe comprometer a los empresarios en su relación con los trabajadores.  En ese sentido, Sehnbruch considera que este 1 de mayo se da en un contexto especialmente favorable para lograr avanzar debido a la cercanía del actual gobierno con el sector.
"Me parece que al tener un gobierno que tiene estrechos vínculos con los empresarios, si hay un grupo de actores sociales que entienden este problema son los empresarios, ya que, ellos saben perfectamente que se pueden fomentar nuevos sectores económicos a través de políticas que atraen inversiones por ejemplo. Se tiene que tener en cuenta que un empresario perfectamente puede ganar más plata cortando un árbol y exportándolo a China que convirtiendo ese árbol en un producto terminado que se venda en el país. El rol de los empresarios no es cambiar el modelo económico, el rol de los empresarios es hacer su negocio y generar utilidades de la forma que ellos quieran", agregó la investigadora del Centro de Micro Datos del Departamento de Economía de la Universidad de Chile.
Frente a esta situación, el secretario de negociación y conflicto de la CUT, Cristián Cuevas, destacó que sigue siendo relevante defender los derechos de los trabajadores en este nuevo marco político en que se dan las negociaciones.
"Necesitamos ampliar los derechos de los trabajadores y trabajadoras, lo que significa: Negociación colectiva por sector, la implementación del ejercicio de la libertad sindical, el derecho efectiva a huelga, además de avanzar hacia trabajadores que no están organizados los que son mayoritarios, como por ejemplo, los empleados del retail, los trabajadores de los Call Center, los trabajadores a honorarios que son miles en el país y que no tienen ningún tipo de protección social. Consideramos también importante la mirada política para constituirnos en un eje orientador, transformador y movilizador", señaló el dirigente.
En las marchas de este 1 de mayo en varias ciudades del país, los trabajadores reiterarán demandas que no son nuevas para las autoridades actuales y las antiguas y que, en definitiva, buscan aumentar y hacer respetar los derechos laborales de los chilenos. Mientras esto ocurra, la mitad de la fuerza laboral será un mero espectador de estas solicitudes que, aunque se aceptaran como válidas, a ellos tampoco los beneficiarían por estar marginados del Código del Trabajo, que no se hace cargo de la nueva realidad de este mercado laboral que, en los hechos, funciona bajo la impronta de la flexibilidad que capta especialmente a los trabajadores menos calificados.
fuente, vìa:
http://www.kaosenlared.net/noticia/chile-152-detenidos-culmino-masiva-reprimida-marcha-dia-trabajador

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