LONDRES, 26 de mayo (apro).- Argentina y Gran
Bretaña volvieron a tensar sus relaciones diplomáticas por la soberanía
de las Islas Malvinas, tras informarse, al comienzo de mayo, que la
compañía británica de exploración de hidrocarburos Rockhopper
Exploration hizo un importante descubrimiento de petróleo de alta
calidad en la cuenca norte de ese territorio de ultramar, hecho que
eleva ahora el peligro de una escalada militar en la zona.
Luego del anuncio de la petrolera, el 7 de mayo, la presidenta de
Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pidió, durante la VI Cumbre
UE-América Latina y Caribe, en Madrid, "reanudar nuestras negociaciones
en relación con la soberanía de las Islas Malvinas conforme a la
resolución de Naciones Unidas de 1965".
"Somos un país de paz. No se nos puede cargar lo sucedido en la
dictadura militar que nada ha tenido que ver con la idiosincrasia
argentina", sostuvo la mandataria el pasado 18 de mayo.
Pero Londres rechazó el reclamo.
El secretario de Estado británico para América Latina, Jeremy Browne,
declaró, a través de un comunicado difundido en Londres el mismo 18 de
mayo: “No tenemos dudas acerca de nuestra soberanía sobre las Islas
Falkland. Allí se aplica el principio de autodeterminación como está
establecido en la Carta de la ONU. No puede haber negociación sobre
soberanía al menos y hasta que así lo deseen los isleños de las
Falkland".
El diplomático británico se refería al Tratado de Lisboa, al indicar
que "claramente reafirma la posición de la Unión Europea acerca de que
las Falklands son un territorio de ultramar del Reino Unido".
Según Browne, aunque Gran Bretaña "está en desacuerdo con Argentina
por las Islas Falkland, tiene una relación estrecha y productiva en
otros temas, incluidos asuntos económicos en el Grupo de los 20 (G-20) y
sobre el cambio climático, desarrollo sustentable y contra la
proliferación de armas".
En su ponencia ante los representantes de la UE y América Latina y el
Caribe, Cristina Fernández pidió al primer ministro británico, David
Cameron, abrir las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas,
y sostuvo que "pretender cargar en la cuenta de Argentina lo ejercido
por gobiernos dictatoriales, que no eran reconocidos por su propio
pueblo, pero sí por allí reconocidos por los países desarrollados, nos
pone no en un lugar de víctimas, sino de victimarios".
Luego de la negativa de Londres, Cristina Fernández afirmó que
"negarse al diálogo no habla bien de alguien que quiere estar sujeto al
derecho internacional".
“Derechos e intereses”
Las declaraciones de la presidenta de Argentina se producen en medio
de la exploración de gas y petróleo en aguas de las Islas Malvinas, que
comenzó a fines de febrero pasado en las inmediaciones del archipiélago.
Las tareas de exploración aumentaron el clima de tensión entre Buenos
Aires y Londres, luego de que la empresa Rockhopper anunció el primer
descubrimiento comercialmente viable en la cuenca norte de las
Malvinas.
El pasado 15 de mayo, entrevista con Apro, un
portavoz de la Cancillería británica (Foreign Office) dijo: "No tenemos
dudas acerca de nuestra soberanía sobre las Falklands (Malvinas) y las
áreas marítimas circundantes.
"El Gobierno de las Falklands tiene el derecho a desarrollar la
industria de hidrocarburos dentro de sus aguas y es una política de
larga data que el gobierno de Gran Bretaña apoye esto", agregó.
Dichas declaraciones fueron hechas días después de que el gobierno de
Malvinas confirmó que cuenta con una fuerza militar "lo suficientemente
grande" como para "disuadir" a Argentina en caso de una escalada
militar con Gran Bretaña por la extracción de hidrocarburos.
Las autoridades argentinas amenazaron con defender "sus derechos e
intereses" en las disputadas aguas de las Malvinas, luego de que la
firma, con sede en la ciudad de Salisbury, en el suroeste de Inglaterra,
confirmó haber hallado una capa de petróleo de 53 metros de espesor a
220 kilómetros al norte de las islas, un depósito que potencialmente
podría significar varios millones de barriles de crudo por valor de
cientos de millones de dólares.
Jan Cheek, miembro del Ejecutivo de las Malvinas, acusó a Argentina
de "interferir" con la economía de las islas desde hace décadas y
amenazó con acciones militares.
La funcionaria declaró, desde Puerto Stanley, capital de las
Malvinas, que la presencia militar británica en las islas "será
suficiente" para detener cualquier eventual incursión argentina.
"Contamos con una fuerza que es claramente lo suficientemente grande
para actuar como fuerza de disuasión", declaró Cheek al periódico inglés
The Times.
"Realmente no creo que Argentina se lance a una aventura militar.
Ellos disputan nuestros derechos a los recursos naturales de las islas,
pero nosotros estamos dentro de nuestros derechos", aclaró.
Consultada por Apro, una vocera del Foreign Office
se hizo eco de las declaraciones de Cheek y reiteró que el Reino Unido
"defenderá los intereses en sus territorios de ultramar", aunque evitó
hablar de una "escalada militar".
Descubrimiento
El pasado 7 de mayo, Samuel Moody, director-gerente de Rockhopper,
reveló que el petróleo encontrado en el pozo 14/10-2 del bloque Sea
Lion, es de alta calidad. En particular, señaló que tiene "excelente
permeabilidad" y una buena porosidad.
Luego del anuncio, las acciones de Rockhopper subieron más del 47% en
la Bolsa de Londres, tras haber trepado más del 150% en la víspera tras
el descubrimiento de petróleo.
"La reserva es buena y las acciones van a aumentar como consecuencia
de esto", dijo Richard Rose, analista de petróleo para la firma
Oriel Securities Ltd.
En marzo pasado, la compañía Desire Petroleum anunció el hallazgo de
un yacimiento de gas en un pozo llamado Liz, también en la cuenca norte,
pero dijo que lo había abandonado porque las reservas eran de baja
calidad.
Para el canciller argentino, Jorge Taiana, las exploraciones de
hidrocarburo en las islas “son un acto ilegal que va contra el derecho
internacional y las resoluciones de Naciones Unidas".
Afirmó que Argentina "rechaza de la manera más enérgica el intento de
apoderarse ilegalmente de recursos naturales no renovables propiedad
del pueblo argentino".
Taiana afirmó, además, que el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner seguirá imponiendo restricciones, introducidas en febrero, al
movimiento de buques entre Argentina y las Malvinas.
"El gobierno argentino está tomando una acción decisiva para
controlar el comercio marítimo entre el continente y las islas, al
adoptar medidas que actúen como sanciones contra todas las compañías
directa o indirectamente involucradas en la exploración y explotación de
petróleo en la zona disputada", subrayó Taiana.
Y pidió una "unidad regional" en América Latina "al ser confrontada
por la exploración ilegal británica de nuestros recursos naturales no
renovables".
La soberanía de las Islas Malvinas, un archipiélago de 10 mil 700
kilómetros cuadrados, ubicado a 480 kilómetros de la costa argentina, es
reclamada por Buenos Aires desde que fue invadida por el imperio
británico en 1833, que expulsó entonces al gobernador argentino y a
todos sus habitantes.
En 1982, los dictadores militares argentinos lanzaron una operación
para la recuperación por la fuerza, lo que derivó en una guerra que
concluyó con el triunfo de Gran Bretaña, que tuvo el apoyo de Estados
Unidos, y causó al menos 907 soldados muertos, 649 argentinos y 258
británicos.
Aunque las fuerzas británicas ganaron ese conflicto bélico, el
gobierno argentino continúa con sus reclamos de soberanía y exige ahora
el fin de las tareas de exploración de hidrocarburos, a las que califica
como un "ejercicio de colonialismo" por parte del Reino Unido.
fuente, vìa :
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/79617
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