miércoles, 28 de abril de 2010

Mèxico: En algún lugar...: Relatividad mexicana Por: Laura M. López Murillo

“Hay dos cosas infinitas:
el universo y la estupidez humana.
Y del universo no estoy seguro”.
Albert Einstein

En algún lugar del planeta, la naturaleza hace una excepción y no se aplican las leyes universales de la física; en ese recoveco terrestre, el tiempo y el espacio son relativos y la insensatez se expande a la velocidad de la luz: debido a esa fantástica condición, ahí, todas las quimeras son posibles...

Desafiando todas las leyes de la cordura, los legisladores mexicanos se disponen a refutar una tesis ancestral que postula la imposibilidad de filosofar en situación de indigencia: por una mayoría estratosférica, el Senado aprobó la ley para la creación de la Agencia Aeroespacial Mexicana AEXA (que debería ser MASA: la versión mexicana de NASA), un organismo público descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuya función principal será formular las líneas generales de la Política Espacial de México así como el Programa Nacional de Actividades Espaciales.

El presupuesto inicial de 10 millones de dólares deberá ser suficiente para la elaboración de planes y programas y para la edificación del aparato burocrático que sustentará el funcionamiento de AEXA. Según el proyecto, en una década habrá resultados tangibles: una plataforma de lanzamientos en las costas de Yucatán y el centro de comunicaciones en Tulancingo.

Y así, la visión de los legisladores se extiende más allá del firmamento: eludieron los estragos de la pobreza galopante en el relieve mexicano, ignoraron el peso molecular del rezago educativo. La audacia de los legisladores es un factor imponderable cuyo propósito es impresionar a los ingenuos. No obstante, cuando la fuerza gravitacional provoca un aterrizaje forzoso se restablece la conexión entre las neuronas. Y es entonces cuando se determina la magnitud de esta aberración.

Sí! … Este decreto confirma que es posible emprender la conquista del espacio exterior, porque México estará presente en cada uno de los componentes, tornillos, conductores y tuercas que se maquilen para las agencias extranjeras que construirán las naves, satélites y cohetes que surcarán el espacio infinito.

Sin el respaldo educativo, sin tecnología nacional ni científicos mexicanos, AEXA sólo será una productora de insumos, una prestadora de servicios aeroespaciales. Tal vez, la creación de AEXA responde a necesidades de agencias espaciales extranjeras que requieren minimizar costos.

La posibilidad de enviar una nave espacial fabricada en México, tripulada por mexicanos en una misión coordinada e implementada en instalaciones mexicanas, es poco más que un sueño guajiro elevado a la enésima potencia.

Sólo en un arranque maniaco de inspiración es posible imaginar un mensaje como éste:

Sí!... La participación de México en la carrera espacial es un desliz fantasioso en un discurso desorbitado, porque en el recinto legislativo el tiempo y el espacio son relativos, la insensatez se expande a la velocidad de la luz y debido a esa condición excepcional, políticamente, todas las quimeras son posibles…

Laura M. López Murillo es Lic. en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.

fuente, vìa:
http://www.argenpress.info/2010/04/en-algun-lugar-relatividad-mexicana.html

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