viernes, 23 de abril de 2010

España: De árboles y de bosques Por: Jaime Richart

¿Pero tan obtusos son los cerebros de este país para no darse cuenta de que la Ley de Amnistía fue la guinda a ese plan general del poder franquista encarnado en Fraga Iribarne y los falangistas para perpetuarse? ¿No se dan cuenta de que más allá de la cáscara institucional el dinero, las haciendas, las empresas del Ibex y el poder de facto estuvieron desde el principio bajo la sombra alargada de lo "atado y bien atado" que calculó el dictador?.

Monarquía, Constitución, Ley D'Hont Electoral y Ley de Amnistía son las cuatro patas del banco sobre el que descansa la tranquilidad de los herederos de los vencedores de la guerra civil española; la tranquilidad de que van a seguir siendo los dueños y arrendadores de la finca nacional, con la colaboración de falsos socialistas que a cambio de unas monedas van facilitando el plan de este neofranquismo con apariencia de democracia de papel. La España de Franco, con retoques irrelevantes, sigue siendo la misma: está blindada. A fin de cuentas tampoco la España de los 70 era la misma que la de los 50...

Y todo lo que parece no tener sentido en múltiples actuaciones jurisdiccionales en relación a Euskadi, al Estatuto catalán, a la Ley D'Hont Electoral, a la Ley de Memoria Histórica, a la irrupción de la Falange, amén de otras innumerables de menor tronío, lo tiene, y mucho, si rebobinamos la historia de estos 32 años. Monarquía, Constitución, Ley Electoral y Ley de Amnistía fueron "aceptadas", no consensuadas, por una sociedad medrosa en los años que siguieron a la muerte del dictador; una sociedad que en la práctica estaba "ennortada", confusa y deseosa de salir cuanto antes del pasado. Por eso se avino deprisa y corriendo a asumir su destino. Y por eso los otros padres miserables de la Constitución fueron fácilmente reducidos por el albacea del caudillo, ese tal Fraga, con sus conocidas habilidades miméticas respaldadas por un ejército que todavía era atrozmente franquista.

Dejémonos pues de seguir fijándonos "sólo" en cada árbol por separado (cada uno de los conflictos políticos que se van sucediendo) porque es la mejor manera de no ver un bosque lleno de lobos y de hienas que son los que verdaderamente mandan y deciden en este país. El poder político en España es a duras penas el marco de un cuadro. Pero el lienzo, lo que hay por dentro del marco, está constantemente abocetado por pintores de brocha gorda imbuidos hasta la médula del peor franquismo sin Franco. 
fuente, vìa:
http://www.argenpress.info/2010/04/espana-de-arboles-y-de-bosques.html

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