miércoles, 3 de marzo de 2010

Psicosis colectiva en varios sectores de Santiago: Comerciantes entran en pánico por falso rumor de saqueo y adelantan cierre de locales

En el norte de la capital, vecinos patrullan sus barrios ante la misma especulación. Autoridades llaman a la calma y aseguran que Carabineros controla el orden público.  

EQUIPO DE CRÓNICA Nadie se salvaría. Desde casas, villas y departamentos hasta boliches, supermercados, tiendas y malls. Incluso, la Vega Central. Todo iba a ser saqueado ayer en la Región Metropolitana por supuestas hordas de delincuentes que traerían a la capital las impactantes escenas de pillaje observadas en el Maule y el Biobío tras el terremoto.
En uno de los episodios de psicosis colectiva más masivos del último tiempo -espoleado por adelantos del siglo XXI como Twitter, que ayer "hervía" con estos rumores-, casi todo el comercio de Santiago Centro, más los barrios Meiggs y Patronato, cerró anticipadamente sus cortinas por temor a los ataques colectivos imaginarios.
Al parecer, todo comenzó cuando un locatario de Meiggs llamó a un negocio de Patronato para avisar de un saqueo. Nadie sabe si lo hizo por miedo o en broma, pero según un empresario de Patronato, "fue una psicosis colectiva. En diez minutos todo estaba cerrado".
Claudio Maglioni, dueño de "Los pollitos dicen", en el Paseo Ahumada, difiere: "Fueron dos guardias de una multitienda que gritaron que había saqueos, lo que provocó histeria colectiva".
Como haya sido, el resultado fue que a las 17:30 horas el panorama era el de un día feriado. En calle Puente, por ejemplo, los vendedores ambulantes miraban extrañados cómo el Mall del Centro cerraba sus puertas. Los transeúntes observaban incrédulos, mientras los dependientes les explicaban que habían recibido una alarma de ataque.
"Sé que hubo avisos de personas, y los dueños de los locales reaccionaron", explicó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Carlos Eugenio Jorquiera. A su juicio, si hay o no psicosis colectiva es irrelevante: "El tema son los incidentes en el comercio de Concepción".
La oleada de especulaciones impactó en Carabineros -anoche, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, dio cuenta de más de mil llamadas falsas al 133-, que tuvo que desviar personal para atender las múltiples denuncias. Todo fue inútil. Nada era cierto.
"Llamamos a la calma en todo el sector central de Santiago, que está completamente controlado por Carabineros para brindar seguridad al comercio y a las personas", sostuvo el jefe de la Prefectura Santiago Central, coronel Miguel Ángel Castro.
Los rumores sobre saqueos comenzaron antenoche en distintos barrios del norte de Santiago, como Quilicura y Huechuraba, donde incluso los vecinos se armaron con palos, piedras y hasta armas de fuego para hacer rondas preventivas.
En muchos casos, las supuestas hordas que los residentes aseguraban haber visto a distancia eran los mismos vecinos que patrullaban sus barrios.
El pánico colectivo fue tal, que algunos alcaldes de la zona pidieron aplicar el toque de queda.
Pero el intendente metropolitano, Igor Garafulic, lo descartó de plano. ¿Sus razones? Carabineros tiene controlado el orden público con su actual dotación y hasta ahora sólo se sabe de saqueos en las primeras horas post sismo, en cinco de los 430 supermercados de Santiago. Después de eso, añade, nada. Ni un supermercado ni una farmacia ni una casa. Sólo rumores.
''Si el comercio estima que corre peligro la integridad de su personal por el desorden público, nada les prohíbe cerrar sus locales".

CARLOS EUGENIO JORQUIERAPRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE COMERCIO

''No hay, no ha habido y haremos todo el esfuerzo para que no haya alteración al orden público".

CORONEL MIGUEL ÁNGEL CASTROPREFECTO DE CARABINEROS DE SANTIAGO

 En Quilicura queman pastizales para frenar a los delincuentes"Hasta yo tenía un cuchillo y un palo en la mano para proteger mi casa del saqueo", aseguró un pequeño de apenas 11 años que vive en la villa Padre Hurtado, en Quilicura. Él, su familia y todos sus vecinos tienen temor. Por eso no quisieron dar sus nombres, pero sí posar en la fotografía de este artículo para explicar que luego del terremoto no han tenido ni un solo minuto en paz.
Aunque los departamentos de la villa resistieron después de la sacudida del sábado, la pandereta que cerca los edificios de cuatro pisos se vino al suelo, dejando a más de 100 habitantes expuestos a cualquier peligro. Según cuenta una joven que ha vivido ahí por varios años, el pasado martes cerca de 30 personas trataron de ingresar armadas desde la calle Marcoleta con Colo Colo a las viviendas de la villa. Por eso, ella y sus vecinos incendiaron los pastizales para evitar que los delincuentes tengan paso y roben sus casas.
"Se aprovechan del terremoto para robar. No es por necesidad", fue la respuesta de una de las mujeres. A su juicio, los que instauran el miedo serían grupos de pandilleros de tres villas conflictivas: Parinacota, Raúl Silva Henríquez y Pascual Gambino.
Los intentos de saqueo ocurren desde las 19 horas hasta la medianoche. Por eso los vecinos tienen a la mano cuchillos, palos y cadenas para protegerse. Y piden el toque de queda.
El capitán Christian Vicuña, de la Comisaría de Carabineros de Quilicura, desmintió estos conflictos. Dijo que la situación es "normal", aunque con alguna inseguridad habitual en la comuna.
Aseguró haber recibido sólo una denuncia por saqueo en el supermercado Ekono. Pero la distribuidora Su Casa también cerró sus puertas por esta misma razón. Así lo informaron a sus clientes, a quienes les cancelaron los pedidos.
LOS VECINOSse defienden con palos, cadenas y cuchillos. Niños ayudan a sus padres en esa tarea. 
fuente, vìa:
http://diario.elmercurio.com/2010/03/03/nacional/especial/noticias/81D52467-6C32-4C75-A731-CE1386B20FA6.htm?id={81D52467-6C32-4C75-A731-CE1386B20FA6}

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