Moncayo nació el 26 de febrero de 1979 en el hogar de Gustavo Moncayo y María Estela Cabrera. Es el hermano mayor de Nora Elena, Carol Dayana, Yury Tatiana y Laura Valentina. La más pequeña nació cuando Pablo Emilio ya había sido privado de la libertad por la guerrilla.
La familia siempre ha tenido pocos recursos económicos. Por eso, Pablo Emilio encontró difícil empezar a estudiar en una universidad y pensó que ingresando al Ejército como suboficial podría ir aprendiendo electrónica, que fue lo que siempre le gustó.
Por eso, se entusiasmó cuando supo que lo enviarían a la base de comunicaciones de Patascoy, en Nariño, donde hay antenas que retransmiten las señales de los radios militares. Ese escenario podría ir aportándole conocimientos sobre el área de su interés. La familia siempre ha tenido pocos recursos económicos. Por eso, Pablo Emilio encontró difícil empezar a estudiar en una universidad y pensó que ingresando al Ejército como suboficial podría ir aprendiendo electrónica, que fue lo que siempre le gustó.
Apenas tres meses después, el 21 de diciembre de 1997, él y 33 soldados que estaban en la base, empezaron a escuchar estruendosos estallidos. Guerrilleros de las Farc aparecieron lanzando explosivos y se inició un combate que duró hasta la madrugada del día siguiente, cuando los militares se quedaron sin municiones para seguir soportando el ataque. Los 18 que quedaron vivos se entregaron y los guerrilleros se los llevaron.
Al final del combate, las familias de los militares se enteraron de la toma de la base por los noticieros. La mayoría de parientes de los soldados viajaron hasta Pasto, al comando del batallón. Mientras esperaban llorando, llegaron los cadáveres y fue cuando se enteraron de quiénes estaban vivos. Sospecharon, con razón, que las Farc se los habían llevado.
Tres meses después, llegaron cartas y fotos como prueba de supervivencia de quienes habían sobrevivido al ataque. Más tarde, las Farc liberaron a 16 militares que habían privado de la libertad en esa toma. Quedaron cautivos Moncayo y José Libio Martínez, quien aún permanece secuestrado.
A lo largo de todo este tiempo, Gustavo Moncayo, el padre de Pablo Emilio, no ha parado de pedir la libertad de su hijo. Para llamar la atención, caminó desde Pasto hasta Bogotá y después viajó a Europa con la idea de que desde allá se promoviera y apoyara su causa.
El 16 de abril de 2009, las Farc anunciaron la liberación de este militar. “Ante la reiterada solicitud de la senadora Piedad Córdoba, de Colombianas y Colombianos por la Paz, del profesor Moncayo y de los presidentes Rafael Correa y Hugo Chávez, anunciamos nuestra decisión de liberar unilateralmente al cabo Pablo Emilio Moncayo y entregarlo personalmente a una comisión encabezada por la senadora Córdoba y el profesor Moncayo una vez se organicen los mecanismos que garanticen la seguridad de la operación”, dijo el Secretariado de esa guerrilla en un comunicado.
Pero hubo demora en la materialización de la libertad de Moncayo. En aquel momento, se armó una discusión entre el gobierno y quienes pedían que se hiciera lo posible por la libertad del militar. “Que no se haga un show mediático con esta noticia”, pidió el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, escéptico del anuncio de las Farc. Otros sectores decían que si se hacía un espectáculo no importaba con tal de lograr la liberación de alguien que está cautivo por más de diez años.
El 24 de septiembre de 2009, se conocieron pruebas de supervivencia del uniformado. En un video de cinco minutos que hizo público la senadora Piedad Córdoba, el militar dijo: "Señor presidente (Álvaro) Uribe: abra la puerta por favor que quiero ser libre".
En su mensaje enfatiza: "nosotros hemos puesto tiempo valioso de nuestras vidas con abnegación y sacrificio, para recibir en pago la ingratitud, el olvido. Es justo, pues, que no nos nieguen más el derecho a ser libres".
En diciembre, supuestamente todo estaba listo para que Moncayo regresara a su casa. Incluso, el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Vicente Córdoba, dijo a los medios de comunicación que su familia podía ir preparándole la cena de Navidad.
Pero todo se volvió a caer después de que las Farc entraran a la casa de Luis Fernando Cuéllar, gobernador del Caquetá, y se lo llevaran para después asesinarlo. Ante este acto de violencia, volvió a quedar en el limbo la libertad del militar.
A comienzos de 2010, empezó a hablarse otra vez de su liberación, en medio del ambiente político de las elecciones del 14 de marzo para elegir senadores y representantes y las del 30 de mayo para elegir Presidente.
Una semana antes de los comicios parlamentarios, se volvió a rumorar sobre la proximidad de su libertad, pero la Fuerza Pública respondió que desocupar una zona en momentos electorales era muy difícil.
fuente, vìa:
http://www.semana.com/noticias-nacion/moncayo-12-anos-sufrimiento/137010.aspx
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