"Nadie está preparado para ser top five en un terremoto y en un maremoto", dijo la vocera de Gobierno. En el Ejecutivo señalan que "ya llegará el momento de hacer balances y buscar responsabilidades".
La vocera Pilar Armanet enfrentó ayer las críticas que han existido por la demora en la llegada del gobierno y de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por el terremoto. ¿La explicación? Problemas en las comunicaciones.
"Todos hemos confiado en un sistema de comunicación que colapsó. Ésa es la realidad", dijo la ministra, luego que en el Palacio de la Moneda se reuniera la Presidenta Michelle Bachelet por más de tres horas con los ministros políticos.
La vocera señaló que la Onemi, en el momento del sismo tenía pocos teléfonos satelitales, "pero ya están llegando", dijo, en alusión a la ayuda internacional que arribará al país.
Esta explicación es la que se repite en los pasillos de La Moneda.
Durante el día de ayer, otros jefes de cartera se encargaron de reiterar que la intensidad del sismo hizo que las comunicaciones en el país se "cayeran", lo que habría impedido, incluso, saber qué ocurría en algunas localidades. "Con una situación así, menos podíamos saber dónde, qué cosas y cómo destinar la ayuda", señaló ayer un alto personero de Palacio.
Con esto, intentaban hacer frente, también, a las declaraciones del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Ricardo Ortega, quien señaló el domingo que tres horas después del terremoto ya estaban preparados los aviones para despegar hacia donde ordenara la autoridad política, y que sólo estaban esperando el "vamos".
Sobre la imposibilidad que habría tenido el Ejecutivo para comunicarse desde Santiago con gran parte de las zonas afectadas, otro ministro fue más enfático: "Han fallado todos los sistemas". Con esto, en La Moneda no sólo se referían a los problemas telefónicos, sino también a la descoordinación que se vivió sobre la alerta de tsunami en las costas chilenas. Porque mientras la Armada sigue insistiendo en que dieron oportuno aviso, en el Gobierno continúan argumentando que se les informó que la probabilidad que ocurriera estaba descartada.
Ante la búsqueda de culpabilidades en la cadena de descoordinaciones, la ministra secretaria general de Gobierno indicó que no era la hora de hacer mea culpas.
"Ya llegará el momento de los balances, de las responsabilidades. Ahora es el momento de la acción, del apoyo, del consuelo", señaló Armanet, quien se centró, además, en reiterar la magnitud del terremoto de la madrugada del sábado. "Nadie está preparado para ser top five en un terremoto y en un maremoto", dijo.
Bachelet también se refirió a la descoordinación. "Aunque se había dicho que no había riesgo de tsunami de acuerdo a los datos que se manejaban muy temprano en la mañana, señalé que si venían réplicas fuertes, yo recomendaba que la gente se fuera a lugares altos", dijo ante las críticas por no dar alerta de tsunami.
fuente, vìa:
http://diario.elmercurio.com/2010/03/02/nacional/especial/noticias/585E4CE7-C09C-4B33-861A-581A67F1FB5E.htm?id={585E4CE7-C09C-4B33-861A-581A67F1FB5E}
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