martes, 29 de octubre de 2013

Música: “Hay una sola ocupación que puede cambiar el mundo y es el verdadero rock and roll. Creo en el fondo de mi corazón, hasta la última célula de mi cuerpo, que el rock and roll puede cambiarlo todo...creo en el poder del punk," dijo la leyenda del rock Lou Reed ...Democracy Now! en Español

“Hay una sola ocupación que puede cambiar el mundo y es el verdadero rock and roll. Creo en el fondo de mi corazón, hasta la última célula de mi cuerpo, que el rock and roll puede cambiarlo todo...creo en el poder del punk," dijo la leyenda del rock Lou Reed en una de sus últimas apariciones públicas el pasado mes, antes de morir. http://ow.ly/qfM6M

Música: Murió Lou Reed, leyenda del rocanrol...La Jornada


 
Leyenda del rock, murió a los 71 años por complicaciones de un trasplante de hígado
Lou Reed pintó con su música la vida salvaje de las grandes urbes
Poeta, cuentista y retratista, fue ideólogo del punk e influyó en varias generaciones
Creó, junto con John Cale, el grupo de culto Velvet Underground, que abrió ese género a diferentes expresiones artísticas
Todos los que compraron una de las 30 mil copias del primer disco de la agrupación formaron una banda: Brian Eno
Foto
El cantautor en el estudio American Sound, en Nueva York, el 27 de marzo de 1989
Foto Ap
Agencias
 
Periódico La Jornada
Nueva York, 27 de octubre.
El rocanrol es tan genial que la gente debería empezar a morir por él. Toda una generación bajo un bajo Fender, dijo alguna vez Lou Reed, leyenda del rock, ideólogo del punk, y quien influyó profundamente a varias generaciones de músicos y sus seguidores como líder de la banda de culto Velvet Underground en la década de 1960, así como en su posterior etapa como solista.
Reed, imprescindible en la historia de la música contemporánea, murió este domingo, iniformó su agente literario, Andrew Wylie. Tenía 71 años.
Poeta, cuentista y retratista, Reed, uno de los artistas más revolucionarios, falleció en la ciudad de Southampton, Nueva York, de un problema relacionado con su reciente trasplante de hígado, dijo Wylie.
Agregó que el legendario músico había estado delicado de salud desde hace meses. Murió este domingo a las 11 de la mañana en Long Island, en la casa que compartía en con su esposa, Laurie Anderson, precisó.
Creo que Lou fue un artista tan grande como se puede llegar a ser. Es una gran pérdida, sostuvo Wylie.
Reed, quien en vida reconoció haber bebido alcohol en exceso y consumido drogas por varios años, fue sometido a un trasplante de hígado este año en la Clínica Mayo de Cleveland, dijo Anderson a The Times of London, luego de que el músico canceló cinco conciertos en California programados para abril.
Reed se estaba muriendo, había dicho la artista, con la que se casó en 2008, admitiendo que no sabía si su marido se recuperaría por completo.
Soy un triunfo de la medicina
El primero de junio pasado en su sitio de Internet el músico, sin reconocer abiertamente el trasplante, publicó: Soy un triunfo de la medicina moderna.
Estoy ansioso de tocar sobre el escenario y escribiendo más canciones para conectar con sus corazones y espíritus y el universo por mucho tiempo en el futuro, agregó.
Aunque nunca se acercó al éxito comercial de superastros como los Beatles y Bob Dylan, ningún compositor surgido después de Dylan, amplió en forma tan radical el territorio de las letras en el rock, como Reed. Y ninguna banda hizo más que Velvet Underground, que formó junto con John Cale, para abrir la música rock a movimientos de vanguardia en todas las expresiones artísticas.
Nombres de creadores esenciales están asociados a Reed: William Burroughs, Kurt Weill, John Cage y Andy Warhol, quien los impulsó en sus inicios. De hecho era miembro recurrente de su estudio de arte llamado La Fábrica.
Velvet Underground, poco conocida en un principio y decididamente anticomercial, revolucionó al rock en las décadas de 1960 y 1970 con una mezcla de melodías en guitarra cantadas por Reed o por la sensual modelo alemana Nico, quien colaboró por un breve periodo con la banda por la insistencia de Warhol.
Producido en 1967 por el artista Warhol, el primer álbum de Velvet Underground es considerado una de las obras maestras del rock.
Brian Eno, quien produjo discos de Roxy Music y Talking Heads, entre otros, alguna vez dijo: El primer disco de Velvet Underground vendió 30 mil copias en los primeros cinco años... Creo que todos los que compraron una de ellas comenzó una banda.
Velvet Underground ingresó en el Salón de la Fama del Rocanrol en 1996 y su emblemático álbum debut The Velvet Underground & Nico fue incluido en el archivo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en 2006.
El disco incluye canciones como I’m waiting for the man (un joven que espera por su dealer de droga), Sunday morning (que evoca la desolación de la mañana tras los excesos de la noche) y, por supuesto, Heroin, himno a esa droga dura cuya adicción aniquilaría a muchos de su generación.
Tras la separación de la banda a inicios de los años 70, Lou Reed comenzó una carrera como solista y dio a conocer en 1972 su disco quizá más célebre, Transformer, producido por David Bowie y en el que sobresale Walk on the wild side.
Himnos
Más de una generación cantó e hizo propios himnos como ese tema, una invitación a vivir la vida en todos sus excesos y en la que celebra a travestis y homosexuales en momentos en que esas comunidades eran estigmatizadas en Estados Unidos.
Satellite of love y Perfect day son otras dos grandes composiciones de Transformer, reinterpretadas por muchas bandas y la última de ellas utilizada en la película de culto Trainspotting (1996), del director escocés Danny Boyle.
A ese álbum le siguieron otras obras muy reconocidas como Berlín (1973) y Coney Island Baby (1976), que reafirman el carácter de poeta urbano y fino observador de la crudeza, tristeza y al mismo tiempo el romanticismo de la vida en las grandes ciudades.
Enormemente influyente en el arte pop desde la década de 1960, sus discos son fundamenteles (prácticamente todos) Berlin, Transformer, Rock’n’roll Animal, Take no prisoners, New York y, para un primer acercamiento, el soberbio concierto que ofreció en el Meltdown Festival: Perfect night live in London.
El indie rock esencialmente comienza en la década de 1960 con Reed y los Velvet; el punk, el new wave y los movimientos de rock alternativo de las décadas de 1970, 1980 y 1990 quedaron en deuda con Reed, cuyas canciones fueron interpretadas por R.E.M., Nirvana, Patti Smith y un sinnúmero de artistas.
Reed tuvo un éxito en el top 20 con Walk on the wild side, y muchas otras canciones que se hicieron populares entre sus admiradores, desde la mencionada Heroin y Sweet Jane a Pale Blue Eyes y All Tomorrow’s Parties.
Después de ser un rebelde en sus primeros años, que pintó como pocos el lado salvaje y triste de las grandes ciudades, rescatando a sus héroes anónimos y marginados, Reed al final terminó por presentarse en la Casa Blanca, la revista The New Yorker publicó sus escritos, PBS lo incluyó en un documental sobre los grandes maestros estadunidenses y ganó un Grammy en 1999 al mejor video musical versión larga.
Lewis Allen Lou Reed nació el 2 de marzo de 1942 en un hospital de Brooklyn (sureste de Nueva York), aunque se crió en Freeport, Long Island, donde aprendió desde muy chico a tocar el piano y la guitarra.
Su adolescencia estuvo marcada por un tratamiento de electrochoques para curar su bisexualidad, un traumatismo que dejaría huellas por el resto de su vida y de la que hablaría en algunas entrevistas.
En los años 80, Lou Reed se alejó de los excesos y en 1990 publicó, junto con Cale, el delicioso Songs for Drella, un homenaje a Warhol, fallecido en 1987.
El disco llevó a varias presentaciones a los integrantes originales de la banda Velvet Underground a comienzos de esa década.
Entre sus trabajos recientes, el músico se dedicó a proyectos eclécticos, como una colaboración con la banda Metallica y un libro de poesías inspirado en The raven, del escritor estadunidense Edgar Allan Poe.
A finales del año pasado publicó otro libro, Rimes rhymes, con 300 fotografías de su autoría y textos de Bernard Comment.
Junto con el cineasta Woody Allen y la cantante Patti Smith, entre otros, formaba parte del selecto club de leyendas vivientes de la Gran Manzana.
Sus problemas de salud habían limitado sus presentaciones en vivo.
John Cale, que cofundó Velvet Underground pero tuvo una relación a veces difícil con su ex compañero de banda, publicó una declaración en su página de Facebook. “El mundo ha perdido a un buen compositor y poeta. He perdido a mi ‘amigo del jardín infantil’”, afirmó.
En su cuenta oficial de Twitter, el músico Iggy Pop calificó la noticia de devastadora, mientras Kim Gordon, de Sonic Youth, publicó un tuit que decía: Lo siento tanto de enterarme del fallecimiento de Lou Reed, ¡esto es muy impactante!
 
 
 
Vía, fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2013/10/28/espectaculos/a13n1esp


 

México: La insurrección magisterial, la crisis del SNTE y la lucha por un sindicalismo democrático.. Nahúm P. Monroy





La actual lucha magisterial es el levantamiento docente más importante suscitado desde 1989 y una expresión concreta de la crisis de hegemonía que experimenta el Estado mexicano: las clases dominantes y su régimen ya no pueden seguir ejerciendo un control efectivo sobre los trabajadores con las mismas estructuras políticas del pasado. La movilización inesperada de las bases del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no sólo resulta interesante por lo que representa para la organización gremial más numerosa del país, sino sobre todo por la clase de conclusiones que pueden extraerse al observar el agrietamiento de lo que ha sido una de las principales piezas del control corporativo en México.
En efecto, la inconformidad generada por la Reforma Educativa de Peña Nieto se extiende mucho más allá de las bases de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pues abarca actualmente a estados de la República y secciones del SNTE que tradicionalmente habían permanecido apáticas y bajo el control incuestionable de la burocracia. “El letargo se convirtió en llamarada”, resaltaba apenas hace unos días un reportaje de la revista Contralínea, donde se enfatiza que se han producido movilizaciones masivas de docentes no sólo en el Sur del país, sino también en el Norte, Noreste, Occidente y la costa del Golfo, llegando a contabilizar así 26 estados con un “movimiento contundente” [1]. Destaca a este respecto la situación gestada en estados como Veracruz, Quintana Roo y Chiapas donde la lucha ha trastocado por completo el ambiente político de los estados, derivando en la toma de carreteras, presidencias municipales, centros turísticos y comerciales, así como en la ocupación de televisoras y radiodifusoras locales.
Por el ambiente de relativa calma que se respiraba en ésta y otras latitudes hasta antes de la aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente, los observadores superficiales podrían haber afirmado que ningún acontecimiento de trascendencia iba a producirse. Sin embargo, de manera súbita la rabia acumulada por años de embustes brotó a la superficie y las bases de las secciones 25, 32 y 56 del SNTE desconocieron inmediatamente a sus secretarios generales, quienes habían ocultado la información sobre la la reforma y habían llamado a las bases a la calma. Existen por otra parte casos en extremo llamativos como los de Jalisco, Campeche, Tamaulipas, Yucatán, Tabasco, Sinaloa, Sonora, Nayarit, Chihuahua y el Estado de México, regiones tradicionalmente conservadoras donde la inmovilidad de las bases siempre había dado margen de maniobra para que las cúpulas sindicales utilizaran la fuerza del gremio en interés del PRI, el PAN, el PANAL y los sectores empresariales. Basta recordar el cinismo con el que Elba Esther Gordillo pudo traficar con millones de votos durante la elección presidencial de 2006, movilizando para ello los recursos económicos y humanos del SNTE.
La situación general vivida en el magisterio resulta entonces extraordinaria. Más allá de las siempre combativas secciones de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, se ha producido un despertar generalizado que empieza a cuestionar la democracia interna del sindicato y los tradicionales cacicazgos. Es por tanto previsible que la lucha del magisterio contra una reforma de rango constitucional tenga un impacto significativo en en la estructura de dominación corporativa y en el futuro político de estados tradicionalmente conservadores.
A este respecto, bien vale la pena hacer embonar hechos que a primera vista parecieron inconexos, pero que vistos en su continuidad histórica nos muestran la forma en la que los reacomodos entre las clases sociales del país se han ido produciendo. El verdadero motivo por el que Peña Nieto decidió enviar a Elba Esther Gordillo a prisión en febrero pasado no fue el desvío de cuantiosos fondos del sindicato en interés personal y de sus allegados (situación que era perfectamente conocida y consentida desde muchos sexenios atrás), sino el haber declarado su oposición abierta al punto nodal de la Reforma Educativa, que facilita el despido injustificado y acaba con la estabilidad laboral de cientos de miles de profesores. Aunque con anterioridad Gordillo había apoyado el avance de la reforma neoliberal en otros ámbitos, como en la enmienda a las escuelas del nivel medio superior (RIEMS) y en la creación de un Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) de corte empresarial, no podía aceptar la introducción de una reforma que iba a agitar y movilizar a secciones sindicales controladas y tradicionalmente estáticas.
El enfrentamiento vivido a inicios de este año entre el gobierno federal y Elba Esther Gordillo no puede explicarse por lo tanto dentro de los estrechos márgenes de la disputa entre personalidades políticas (por muy poderosas que éstas lleguen a ser), ni entre la pugna existente entre los intereses de distintos sectores del establishment. De la misma forma que en su momento Carlos Salinas de Gortari encarceló al líder petrolero José Hernandez Galicia “La Quina”, el conflicto entre Peña Nieto y el SNTE, refleja la crisis de una forma de dominación sindical. Por este motivo, pese a que Juan Díaz de la Torre tomó el control del sindicato una vez que Gordillo fue encarcelada, restableció la concordia con el gobierno federal, y aceptó sin chistar todas las condiciones impuestas por Peña Nieto, fue inevitable que la estructura del SNTE se cimbrara desde las bases, pues la disputa esencial de intereses no eran entre el presidente y la burocracia sindical, sino entre el régimen y las bases magisteriales.
El sindicalismo corporativo y gansteril fue durante muchas décadas uno de los principales soportes del Estado mexicano y una de las estructuras políticas que hizo posible la existencia de un sindicalismo fusionado al aparato estatal a través del PRI. Por estas razones, resulta hipócrita la cantaleta repetida una y otra vez en radio y televisión de que los maestros son los responsables de las fallas del sistema educativo, así como del despilfarro y corrupción de sus dirigentes, pues es bien sabido que éstos últimos vivieron durante muchos sexenios amparados por el poder mientras que la disidencia era ferozmente reprimida, tal y como denota el caso del profesor Misael Núñez Acosta, asesinado en 1981 por motivos políticos.
Por encima de todo, el régimen siempre tuvo especial cuidado en preservar el control de sectores que por su importancia estratégica podían paralizar el país si mantenían una posición independiente y democrática: este fue el caso de los trabajadores petroleros, de los mineros, de los electricistas, de los trabajadores de la salud y del magisterio, entre otros. No por casualidad fueron estos mismos sindicatos los que gozaron de las mejores prestaciones y contratos colectivos dentro de toda la clase trabajadora, en muchos casos, con un sistema propio de servicios médicos y seguridad social. Ahora bien, debemos distinguir aquí dos fenómenos distintos que la burguesía y sus intelectuales suelen revolver hipócritamente para sembrar divisiones y enfrentar a los trabajadores entre sí.
Los contratos colectivos y las prestaciones laborales no fueron concesiones bondadosas del régimen ni de las clases dominantes. Si por ellos hubiera sido, las condiciones de trabajo prevalecientes durante el porfiriato habrían quedado intactas. Los sindicatos, los contratos colectivos y las prestaciones son derechos que en México se consiguieron a través de muchas luchas obreras y de una revolución que dejó un saldo de un millón de muertos. Cosa distinta son los dirigentes charros, que como hemos explicado, sirvieron durante mucho tiempo al régimen para controlar a los sindicatos. Enrique Peña Nieto y las cúpulas empresariales iniciaron, como otras tantas veces en el pasado, una ofensiva contra las conquistas históricas de los trabajadores metiendo en el mismo saco a los corruptos líderes sindicales y las bases trabajadoras. Este discurso, utilizado con la misma efectividad durante la reforma a la Ley del ISSSTE en 2007, y durante la ofensiva al Sindicato Mexicano de Electricistas en 2009, sólo pudo tener eco en un país que durante las últimas décadas ha avanzado como ningún otro en una cultura antisindical y patronal, y que ha promovido la idea de que el desarrollo del país será posible acabando con los derechos laborales de los pocos trabajadores que aún los preservan.
Recientemente el secretario de educación Emilio Chuayffet, amenazó con despedir a todos los docentes que vayan a paro y sustituirlos por nuevos mentores. En una entrevista radiofónica exigió de forma histérica la cancelación de salarios a los maestros que decidan suspender clases, advirtiendo que aquellos funcionarios que no acaten las disposiciones serán acreedores a sanciones. Y en efecto, el gobierno federal está decidido a utilizar la represión para detener las movilizaciones y atemorizar a los profesores. La pregunta aquí es si lo logrará y a qué costo. Peña Nieto y sus asesores saben que recurrir a la represión no es tan sencillo en un movimiento de alcance nacional que aún se encuentra en ascenso y que se presenta por primera vez en secciones que antes habían estado inmóviles. Tratándose de un asunto de esta naturaleza, el gobierno es consciente de que un uso desmedido de la fuerza en un momento inadecuado, lejos de aplacar los ánimos podría desencadenar el efecto contrario y arrastrar a la lucha a sectores que aún permanecen indecisos. Es por eso que la táctica gubernamental se está enfocando en estos momentos al acoso de la CNTE en Michoacán, Guerrero y Oaxaca, centros de vanguardia de la lucha magisterial, donde la Procuraduría General de la República acaba de girar órdenes de aprehensión contra sus dirigentes.
La represión y la táctica de guerra sucia contra el movimiento magisterial, como la reciente agresión que sufrieron los profesores de la CNTE en el barrio de Tepito, por supuesto podría paralizar momentáneamente los ánimos de lucha, pero en ningún modo restituirá el consenso y la confianza de los maestros en el régimen. Todo lo contrario, profundizará las grietas de la oxidada estructura sindical corporativa y generará mayor descontento social. El intento del gobierno federal de reprimir a los sectores más combativos del magisterio puede evitarse sin embargo, si lejos de aislarse, los profesores de la CNTE hacen un llamado unitario a todas las secciones del SNTE a movilizarse contra la Reforma Educativa en una jornada de lucha unitaria. Esta táctica rendiría enormes frutos pues probaría a los secretarios generales de las distintas secciones del SNTE frente a las bases magisteriales, acelerando el proceso de diferenciación interna, y ayudándolas a tomar conciencia de que es necesario un cambio de fondo en el sindicato. Se abren entonces importantes oportunidades para que las bases del magisterio puedan democratizar a su sindicato y desconocer, como en Quintana Roo, a quienes han sido cómplices de la aprobación de una Reforma Educativa patronal y antilaboral.
Nota:
[1] Flor Goche, “La insurrección magisterial ya está en todo el país”, Contralínea, [En línea], 9 de octubre de 2013).

Vía:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=175971&titular=la-insurrecci%F3n-magisterial-la-crisis-del-snte-y-la-lucha-por-un-sindicalismo-democr%E1tico-

Argentina: Elecciones 2013: entre Plin Plin y Tan Biónica..lavaca

¿Cómo se vivieron los resultados electorales en los actos macrista, kirchnerista, lilipinista porteños, y en redacciones como las de Clarín, Página/12 y La Nación? Breve recorrida para conocer primeras impresiones.
Massa. Foto: Télam
Massa. Foto: Télam
La veterana macrista me creyó feligrés y me zampó un beso exclamando: “¡Basta de democratización de la justicia!”.  Esto ocurría en Costa Salguero, donde la militancia del PRO hizo una prolija cola de dos cuadras para ver el lanzamiento de Mauricio Macri a la presidencia de la Nación. El escenario lo completaban 100 jóvenes que aplaudían según las indicaciones de un apuntador, todos con remeras en las que se leía: “Macri 2015”.  Un rato después, en Cerrito al 500, Hotel NH Tango, un kirchnerista de edad media, mirando la gran pantalla en la que se veía a Amado Boudou, Daniel Scioli y Martín Insaurralde, murmuraba: “Si el candidato para el 2015 va a ser Scioli, esto se parte. La opción que queda es que Cristina vaya a postularse como gobernadora de la provincia de Buenos Aires, para lograr ahí un triunfo que te da grandes posibilidades en la elección nacional, y que el candidato a presidente sea cualquiera, pero no Scioli, sino del palo K. Cualquiera: el payaso Plin Plin. Hay tiempo de instalarlo”. Frente al hotel había mucha militancia joven y entusiasta, que ovacionó la aparición  en la gran pantalla del diputado Juan Cabandié, pero hizo un silencio atroz, según la jerga futbolera, cuando se mencionó a Scioli. Uno de los integrantes de la agrupación Néstor Vive dijo: “Nosotros militamos. No es que apoyamos a uno o a otro, sino que militamos. No en el 2015: mañana, pasado mañana, todos los días, para que la gente esté mejor”. ¿Y si es Scioli el candidato? “Las candidaturas las resolverán otros compañeros. Nosotros militamos”.
PRO. Foto: Télam
PRO. Foto: Télam

Macrismo all inclusive

El PRO celebra sus victorias en Costa Salguero. Este domingo, desde las 8 de la noche, esa zona es taponada por los cientos de automóviles que intentan ingresar al acto. Más de uno estacionó en las veredas de la Costanera,  sabiendo que, al menos por un día, las grúas no andarían de cacería por allí. La cola para ingresar al evento llega a ser de dos cuadras de lo que en este sector se llama “gente como uno”.
Le pregunto algo a un grupo que cierra expresamente la boca y busca a una mujer. Me señalan, ella interpreta que nos están presentando, y me besa con la consigna: “Basta de democratización de la justicia”. Le explico que me gustaría saber qué piensa de las elecciones: “Creemos que hicimos una elección fenomenal, la Argentina decidió emprender un nuevo camino, una república en serio, basta de democratización de la justicia, como te decía recién, una Argentina previsible, integrada al mundo, que se termine el relato y que se reconozcan los problemas para poder buscar soluciones entre todos”. Sus acompañantes asienten en silencio mientras la cola avanza. “Hay que terminar de generar violencia y rencor, y construir soluciones significa trabajar todos juntos en políticas de Estado”. Le pregunto a María Leticia por qué sus acompañantes callan y la hacen hablar a ella. “Porque soy la más vieja y trabajamos juntos”. ¿Dónde? “En el gobierno de la Ciudad”. (Esto en el interior sería clientelismo político, pero en la ciudad Buenos Aires se exhibe como republicanismo. No se lo digo: temo que me de otro beso).

Definiciones

Le pregunto qué piensa de Sergio Massa, ¿harían una alianza?, María Leticia: “Mauricio es capaz, forma equipos, el gobierno no depende de una persona. Se necesita gente organizada y coordinada, Mauricio tiene el liderazgo y puede constituir una fuerza muy interesante de trabajo conjunto”. ¿Con Massa? “Apostamos a Mauricio. ¿Nos ponemos de acuerdo? Fantástico”.
Le digo entonces que quien resuelve es Macri: “Nosotros pensamos que hay que sacar el país adelante”, dice antes de entrar al recinto del acto.
Otra señora, Marta, recoge el guante: “Mauricio tiene posibilidades de ganar en 2015. Lo único que falta es organizar a todo el país”. ¿Massa? “Yo no opino. Si hay una base grande, que todos resolvamos. Pero Mauricio siempre dice que hay que resolver las cosas de arriba para abajo, así que no opino”. Esto podría indicar que los mecanismos de interacción grupal de Macri son: él decide, el grupo acata. “Mirá, quiero disfrutar esto, todo lo que él decide está bien”. Marta  también trabaja para el gobierno porteño.
Dos chicas más atrás, María y Gisela, definen: “Nos sentimos identificada con el proyecto y trabajamos para el gobierno de la Ciudad”.
¿Qué opinan del gobierno nacional?  Gisela mira a María, que es la vocera: “En tres palabras, es corrupto, ineficiente y… bueno, la tercera te la debo”.
-¿Qué opinás sobre que Macri esté siendo procesado por escuchas telefónicas, por ejemplo?
-Mirá, todos los procedimientos son transparentes: las licitaciones, todo eso. Vos entrás a Internet y podés seguir cualquier trámite.
La respuesta es tan brillante (al hablarme enfáticamente sobre cualquier otra cosa) que María corre el riesgo de ser candidata en próximas elecciones.
Detecto a un caballero cuarentón con el cual hablar algo de política entre hombres, como en los viejos tiempos. Voy amigable ¿Qué impresión tiene de las elecciones? “No tengo ninguna”, me desarma. ¿Y por qué vino? “Porque acompaño”. ¿Qué acompaña? “Lo que haga Macri. Pero no entiendo de política porque soy técnico, economista”. ¿Y dónde trabaja? “En el gobierno de la Ciudad”.
Más atrás hay dos jóvenes que no trabajan para el gobierno porteño, sino que estudian Ciencias Políticas en la UBA. “Esto es un triunfo importante. El PRO se está afianzando y puede formar algo bastante interesante. Massa hizo buena elección, pero Massa es el peronismo, igual una consolidación entre Massa y Macri aunque los dos quieran ser presidentes, sería una alianza para ganar. Pero parece que ninguno quiere juntarse con el otro”.
Les pregunto por qué ese acompañamiento un poco zombi que noto en esa misma cola. Uno de ellos me dice: “Hay un escepticismo en la política, y una crisis en la representación. Todos delegan, para no participar”. Los jóvenes no alcanzan a decirme sus nombres y entran al acto.

Vomitapapelitos

Para entrar al evento me colocaron una pulsera de papel azul como las de los hoteles “all inclusive” con la leyenda “Juntos podemos”. Gabriela Michetti ocupa el centro del escenario. Macri habla luego, anunciando su candidatura. La claque de 100 empleados aplaude según indicaciones. Curiosamente, la gente que había hecho la cola queda atrás de unas vallas, lejos del escenario, mirando y sin aplaudir.
Macri aclara que ningún ex integrante de un gabinete nacional estaría en su gobierno (resolviendo así los dilemas sobre Massa planteados en la cola de entrada). Dice que la Argentina tiene que ser más democrática y más inclusiva, que no tenemos que estar orgullosos por tener a un Papa o a Messi, sino por poder organizarnos poniéndole límites a la violencia y a la intolerancia. En el hospital Borda estarían agradecidos ante tal candidato.  Luego hay música de Tan Biónica. Y los cañones vomitapapelitos gracias a los cuales ya no hace falta que los humanos celebren a sus candidatos con tal procedimiento. Todos los candidatos se ponen a bailar ante las cámaras, simulando saludos y gestos hacia la platea conformada por otros funcionarios, tocándose el corazón. Música de Tan Biónica. Macri moviendo las caderas. Tal vez esté tomando seriamente su candidatura presidencial: no canta.
Cuando estoy por irme un señor trajeado de la custodia me advierte: “El que se va, no puede volver”.
Primera frase tranquilizadora de la noche.
FPV. Foto: Télam
FPV. Foto: Télam

Frente al hotel

El acto kirchnerista simboliza también el tercer aniversario de la muerte de Néstor Kirchner. Reune a militantes de La Cámpora, Kolina, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita, Néstor Vive, Miles, entre otros, instalados en Corrientes al 500, frente al hotel  NH (Navarra Hoteles) Tango. Un integrante de La Cámpora explica amablemente: “Nosotros no hablamos con el periodismo, no por ustedes en particular, sino porque es una decisión interna: que hablen directamente los que son candidatos y referentes”.
Daniel, de la agrupación Néstor Vive, plantea: “Nosotros vamos a ir al frente. Cuanto peor nos va, más al frente vamos y vamos a profundizar más nuestro trabajo”. Le pregunto entonces si ve la elección como un mal resultado. “No importa, vamos a ir al frente. Si hacemos algo mal lo corregimos, algo bien lo profundizamos. Militamos”. ¿Piensan en 2015? “No pensamos en elecciones sino en cosas concretas, devolver derechos a la gente”. ¿Dudas con Scioli? “Nosotros no tenemos ninguna duda. Las candidaturas las resolverán otros compañeros. Nosotros militamos”.

Defender el pasado

Un rato más tarde un dirigente cercano al gobierno plantea otras cuestiones, en plan reflexivo: “Para mí se perdieron las PASO porque quedamos defendiendo el pasado. Con el pasado no ganás. Además, la verdad, Insaurralde es igual que Scioli: no dice nada, no es el símbolo de eso por lo cual el kirchnerismo se hizo diferente a los otros. Cualquiera de los otros candidatos provinciales era mejor: Recalde, Di Tullio. Hasta la Capital, con Filmus, Taiana y Cabandié tuvo otro discurso, otra propuesta”. Sobre Cabandié, el interlocutor propone el silencio. “Ya sé que se pierde Capital, pero si querés preservar un proyecto, es mejor perder con tu discurso, que cambiar tu propuesta para ganar. Insaurralde no dijo absolutamente nada, igual que Scioli, igual que Massa. Y encima perdió”.

Dos kirchnerismos

Hacia adelante: “Lo principal es cómo vuelve Cristina, con qué ganas y con qué ideas. No se van a discutir candidaturas, pero en algún momento el tema va a aparecer. Hay un kirchnerismo conservador, que prefiere ir con Scioli para permanecer en el poder, o en parte del poder. Y otros que no aceptamos eso. Si el candidato para el 2015 va a ser Scioli, esto se parte. La opción que queda es que Cristina vaya a postularse como gobernadora de la provincia de Buenos Aires, para lograr ahí un triunfo que te da grandes posibilidades en la elección nacional, y que el candidato a presidente sea cualquiera, pero no Scioli, sino del palo K. Cualquiera: el payaso Plin Plin. Hay tiempo de instalarlo. El problema es que el kirchnerismo conservador va a querer hacer una interna con Scioli, y eso no lo podés hacer, porque perdés, y tenés que terminar militando para él, que es lo que nadie quiere hacer. Hasta en La Cámpora ese es un debate que todavía no se ha hecho explícito”. La idea es que quedan dos años enteros como para andar ya mismo instalando esa discusión.
“El asunto con el kirchnerismo es que mirás la vereda de enfrente, Macri, Cobos, Massa, De la Sota, Lilita, el mismo Pino, es todo un tren fantasma. Entonces decís: veamos qué se puede armar frente a esto”.
UNEN. Foto: Télam
UNEN. Foto: Télam

El matrimonio

La coalición UNEN se congregó en el hotel Palais Rouge. En las 280 butacas hay unas 40 personas, de las cuales 30 envían mensajes de texto o hacen algo con sus móviles. Hay 15 cámaras de televisión, 6 pantallas sintonizadas en los canales de noticias y, como con Macri, cañones vomitapapelitos. Recién cuando se sabe que Pino Solanas le saca un poco de ventaja a Daniel Filmus, empieza a llegar gente eufórica, gritando “Olé olé, Pino, Pinooo”. “Imaginate que con todo lo que se arriesgó con esta alianza con Carrió, lo único que faltaba era perder el puesto de senador”, me dice un pinista de los que no fugaron por esa alianza. ¿No termina siendo una lógica electoralista por encima de la construcción política? “Bueno, pero desde el cargo de senador también se puede construir”, dice el pinista, hipótesis tantas veces desmentida por la historia que ahora volverá a plantearse.
En su discurso Elisa Carrió manda saludos a Gabriela Michetti.
Solanas celebra: “El matrimono sigue unido y no nos peleamos”.
El Palais Rouge lo ovaciona.

Los otros bunkers

¿Cómo se viven las elecciones en los diarios?
En La Nación el ambiente es descripto como “cool”. “Siempre hay algunos como Obarrio, Ventura, los columnistas, que se exaltan con las derrotas oficialistas. Los jefes son también más alineados con la ideología del diario, y el resto se queda apartado. Los periodistas no dicen lo que piensan, salvo los que están con la línea editorial”. Este domingo a las 6 en punto subieron a la página web del diario este título: “El triunfo de Massa consolida el cambio político en el país”, lo cual no representa una información, sino una expresión de deseos. Pero la corrección que se le hizo sólo consistió en agregarle la palabra amplio: “El amplio triunfo de Massa…”
La Nación
En Clarín los integrantes de la mesa de editores miraban TN, obvio. Uno dijo: “Acá estamos tomando Coca Cola, en el piso de arriba están tomando champán”. Un periodista del diario cuenta: “Hay tipos que celebran porque en el diario se han sentido atacados por el gobierno. Entre los jefes están los más abanderados en el antikirchnerismo. Más abajo, la cosa es repartida. Pero te diría que hay preocupación hasta en los más anti-K, si por la salud de Cristina el gobierno termina quedando en manos de Boudou”. Otro diagnóstico (no confundir con Nelson Castro): “Hay anti-K enfermos, también por obediencia a la conducción del diario. Y otros más críticos, que tampoco es que crean que las fuerzas de oposición sean mucho mejores. Se guían con la idea de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, pero no sé si en serio se entusiasman con Macri o con Massa”.
Editorialmente hasta hace poco la apuesta fue por Macri: “La aparición de Massa cambió eso. Pero el problema es que el diario ha quedado en manos de gente mayor (promedio 60 años) que pasan sin saludar, mirándose los zapatos, sin hablar con nadie, cada vez más ensimismados, toda una conducción que ha ganado mucha plata y que tiene su vida hecha aunque el diario se hunda. Ni hablar de Magnetto. Entonces toda la pérdida de credibilidad, el abandono del periodismo de calidad, y los negocios y guerras en que se han metido termina redundando en un diario cada vez más en crisis, conducido por gente que ya está salvada y que no tendría grandes problemas si Clarín se cae”.
Tampoco el diario ha establecido sistemas de renovación interna. “En otras épocas buscaban buenos periodistas. Ahora, la gente que entra de la Maestría del diario, por ejemplo, es de un nivel casi de iletrados. No se entiende cómo terminaron el secundario”.
clarin
En Página 12 el clima de este domingo electoral fue de un silencio denso. “Ya medio que se la veían venir. Había sido peor en el 2009. El problema es que el diario está jugado, entonces los jefes repiten el discurso oficialista creyéndoselo. Justifican cualquier cosa”, explican desde la redacción. “Entre los compañeros que son kirchneristas se nota decepción. Pero además, todo el debate político es sobre estupideces. Más allá de lo que te parezca lo de Cabandié con los gendarmes, si él es un estúpido o si fue una  operación de los gendarmes, pero todo el tiempo hablás cosas que no tienen nada que ver con proyectos, ideas, propuestas. Además hay dolor. No hay nada divertido en que todo sea tan mediocre. Y se ve que hay gente joven que se sumó al kirchnerismo con entusiasmo, pero si aparece la decepción, ¿qué le queda? Ves a los opositores, y te volvés kichnerista. Y los opositores votan no por un proyecto, sino para voltear a los kirchneristas. Así que estamos en la de siempre: el mal menor”.
pagina.

Vía,fuente:
http://lavaca.org/notas/elecciones-2013-entre-plin-plin-y-tan-bionica/

España: Ser minero es una profesión muy dura, en la que pierdes años de vida y que en realidad esta muy mal pagada pero es una profesión donde el compañerismo y la solidaridad es algo fundamental. Por eso no podemos olvidar que durante la última lucha de los mineros asturianos y leoneses en 2012 el gobierno y la derecha mediática los insultaba poniéndoles de privilegiados y vividores, que sabrán ellos de lo que es un verdadero héroe...Rebeldia

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 Ser minero es una profesión muy dura, en la que pierdes años de vida y que en realidad esta muy mal pagada pero es una profesión donde el compañerismo y la solidaridad es algo fundamental. Por eso no podemos olvidar que durante la última lucha de los mineros asturianos y leoneses en 2012 el gobierno y la derecha mediática los insultaba poniéndoles de privilegiados y vividores, que sabrán ellos de lo que es un verdadero héroe. Además si tan privilegiados son ¿por qué no deján el escaño y bajan a la mina?
http://www.diariodeleon.es/noticias/leon/uno-de-los-muertos-bajo-a-rescatar-a-sus-companeros-desvanecidos_839025.html


Rebeldia 

España: El 11 de julio de 2012, los mineros entran en Madrid y son recibidos por miles de ciudadanos. Hoy consternados por la noticia de la muerte de seis de ellos trabajando dentro de la mina, en la localidad leonesa de Llombera de Gordón...Spanish Revolution.

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 El 11 de julio de 2012, los mineros entran en Madrid y son recibidos por miles de ciudadanos.

Hoy consternados por la noticia de la muerte de seis de ellos trabajando dentro de la mina, en la localidad leonesa de Llombera de Gordón, sólo podemos decir que seguiremos apoyando su lucha por un trabajo digno, por un futuro para las Cuencas Mineras.

 Spanish Revolution

Brasil: O que é, como e para que ser de esquerda (I)..por Venício Lima

por Venício Lima 

 "Rebélate!".
 "Rebélate!"

A primeira coisa a fazer para ser de esquerda é postular que existe uma esquerda. A ideia pode parecer tautológica, mas não é.
O que vou escrever visa complementar o que nosso companheiro Emir Sader expôs no seu blog, nesta página, sobre o que é ser de esquerda.

É uma questão complexa, que metodoloigamente dividi em três capítulos:
 (I) O que é ser de esquerda, o que envolve questões conceituais;
 (II) como ser de esquerda, o que implica considerações sobre tática e estratégia;
 (III) para que ser de esquerda, o que sugere a discussão sobre meios, fins, e contra-fins, isto é, aquilo que é necessário rejeitar para ser de esquerda.

Comecemos pelo começo, isto é, as questões conceituais.

A primeira coisa a fazer para ser de esquerda é, portanto, postular que existe uma esquerda. A ideia pode parecer tautológica, mas não é. Porque é isto que está em questão. Para existir uma esquerda, é necessário que exista uma direita. E a direita se auto-nega sistematicamente: se aquela é a questão, este é o nó da questão: a esquerda tem diante de si um inimigo que elude (ilude) constantemente sua existência.

Para a direita, negar a existência da esquerda é uma afirmação tática para encobrir, acobertar, a sua própria existência. Estaremos diante da tática do lobo na pele do cordeiro? Em parte. Porque em parte não se trata disto, mas se trata de uma questão ontológica: como a direita não quer mais se apresentar como um partido, ou uma seção (secção também) da sociedade, só lhe resta se apresentar como abarcando o significado – os signifcantes (mídia) de toda a sociedade. Ou seja, estamos diante do paradoxo de que, para afirmar ou manter ou defender a sua pretensão à hegemonia na praxis e do pensamento, temos uma corrente social que deve negar sua existência e apresentar-se como aquilo que ela não é: a expressão de valores universais.

A esquerda precisa, portanto, concentrar-se na sua própria maneira de ser, e de se apresentar, diante e depois das crises por que passou, com a derrota ou o fracasso dos regimes que eram ou se apresentavam como seus. O primeiro passo para ser de esquerda, portanto, é refluir sobre seus próprios passos, e pensar o que aconteceu, para que os erros, os equívocos, as fantasmagorias do passado não voltem a cegar a visão do horizonte. Isto não garante que não venham a sobrevir novos erros, equívocos, novas fantasmagorias, Trata-se apenas de pensar que não sejam os mesmos.

Então vamos ao principal deles. Postulando que haja uma esquerda, é necessário logo a seguir negar esta tese, ou melhor, realocar o peso das palavras. Trata-se de afirmar que existe uma esquerda, onde esta palavra é um substantivo e aquela um artigo indefinido. Não se trata de afirmar que exista uma esquerda, onde aquela palavra é um numeral e esta um mero adjetivo da unidade.  Ou seja, postular que há uma esquerda significa postular que existem esquerdas, que ela é plural, e que nenhuma das correntes que nela convivem é a dona da verdade absoluta e que, portanto, nada justifica que umas e outras andem enfiando as próprias picaretas nas cabeças de outras e umas, até porque isto significa facilitar a ascensão dos picaretas em seu próprio seio.

Em termos de metodologia e conceituação, isto significa trocar o debate em que muitas vezes a esquerda se envolveu sobre se a democracia é uma valor universal ou não, por outra formulação. O debate sobre democracia como valor universal se prendeu, em geral, à ideia da afirmação/negação de um tipo de democracia – a representativa de inspiração liberal – como sendo a democracia por excelência.

A prática não é bem assim, está demonstrado. Existe a democracia participativa – de que os orçamentos que levam este nome são um exemplo recente – e existe também  a democracia direta, a das ruas, das praças, das manifestações, que tem seu espaço e seu próprio protocolo, complicado às vezes por irrupções de violência – seja da repressão ou dos que querem se valer da oportunidade para promover quebra-quebras pseudamente anarquistas.

A questão é a de se buscar a construção da democracia como um valor permanente, isto é, a ser buscado em cada instância de um movimento e do conjunto dos movimentos da sociedade. Vamos reconhecer: não pensávamos assim, na maioria, décadas atrás. Para muitosa democracia e suas formalidades – fosse na aura representativa, na esfera participativa ou na linearidade das praças e ruas ocupadas – eram apenas passos táticos até que se atingisse o estágio da ditadura do proletariado, confundida com a ditadura das vanguardas do proletariado, concepção que facilitou o caminho para a emergência da ditadura das burocracias, que já nada tinham a ver com o proletariado.

É claro que há situações-limite e mesmo fora de qualquer limite. Não dá para comparar a situação de uma lua na clandestinidade, por exemplo, com esta que vivemos hoje em que há um respeito, mesmo que limitado, por princípios eleitorais, de representatividade, de participação e até mesmo de ação direta, com todas as ressalvas que haja. Dentro do reconhecimento das diferenças, o que importa, para uma práxis de esquerda, é a afirmação do direito à diferença. A começar, portanto, por suas diferenças.

É difícil? É.

Mas não é impossível. A prática o tem demonstrado. Voltaremos ao assunto, na semana que vem.

*Venício Lima
 Professor Titular de Ciência Política e Comunicação da UnB (aposentado) e autor, dentre outros, de Regulação das Comunicações ¿ História, poder e direitos, Editora Paulus, 2011.
Vía:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/72247-brasil-o-que-%C3%A9-como-e-para-que-ser-de-esquerda-i.html

Argentina-ENTRE RÍOS : Tortura y Represión en Maciá...AW

(AW) Ayer domingo 27 de octubre por la madrugada la Policía entrerriana en la localidad de Maciá  fue a buscar a Ariel Palomeque como ajuste de cuentas por haberse resistido a apremios ilegales anteriormente. Ariel  volvió a resistir ser detenido de forma ilegal, pero fue llevado a kilometros del pueblo donde una vez apostados en un arroyo, los efectivos policiales procedieron a golpearlo y a torturarlo en el medio de la oscuridad y el aislamiento. Posteriormente lo dejaron tirado en la entrada del pueblo. Reproducimos comunicado del FOB -

BASTA-DE-TORTURAS



Rosario del Tala, 27 de octubre de 2013.-

Tortura y Represión en Maciá (Entre Ríos)

En el día sabado 26 de octubre por la madrugada (ya 27) la Policía entrerriana en la localidad de Maciá, a kilometros de Rosario del Tala, arremetió contra los pibes de los barrios una vez mas. En esta oportunidad, al igual que tantas otras, la "Entrerriana" fue a buscar a Ariel Palomeque como ajuste de cuentas por haberse resistido a apremios ilegales anteriormente. El mismo se resistió nuevamente a ser detenido de forma ilegal -como es costumbre en toda la provincia- pero fue llevado a kilometros del pueblo donde una vez apostados en un arroyo, los efectivos policiales procedieron a golpearlo y a torturarlo en el medio de la oscuridad y el aislamiento. Posteriormente lo dejaron tirado en la entrada del pueblo.
Como respuesta a este hecho de tortura y represión de la Entrerriana, que no es el primero, se van a estar organizando medidas de protesta en diferentes lugares ya que la situación se hace insostenible.
Solicitamos difundir semejante hecho -uno mas- de la policía de Entre Ríos a fin de resguardar los Derechos Humanos de los pibes.

Vocero de Prensa:
Pablo Díaz 3445473870 o 0344-155473870

Vía:
http://www.agenciawalsh.org/fgg/represion/11451-2013-10-28-08-46-35.html

Chile: Médicos sin control: Los dueños de la salud pública en Chile Por : Juan Pablo Figueroa

Por : Juan Pablo Figueroa


En Chile hay un médico por cada 559 habitantes y sólo el 44% trabaja en el sector público. La deuda hospitalaria en julio de 2010 superaba los $106 mil millones. Pero la falta de doctores y de recursos no son las únicas causas de la crítica situación del sistema de salud. Durante un año, CIPER investigó lo que ocurre al interior de cinco de los principales hospitales de Santiago. Se revisaron los libros de asistencia, se cruzaron los datos con los horarios que los profesionales cumplen tanto en los establecimientos estatales como en sus consultas o clínicas privadas y se comprobó en terreno las múltiples irregularidades que diariamente cometen la mayoría de los médicos y que los mecanismos de control no existen para el estamento más alto en escala jerárquica de un sistema clave para la salud de la población más vulnerable del país.
Además: Sepa cómo se hizo esta investigación y cómo nos ayudó la Ley de Transparencia
Faltando 25 minutos para las 10:00 del 29 de diciembre (2009) el doctor Rubén Fontalva se acercó a la pequeña mesa apostada afuera de la secretaría del servicio de medicina del Hospital San Borja Arriarán. Abrió la carpeta que estaba sobre ella, sacó un lápiz, miró la hora en su muñeca y firmó. Luego hojeó las páginas de registro de entrada y salida de días anteriores. Rellenó una, después otra y las dos siguientes. Cerró la carpeta, guardó el lápiz y entró a conversar unos minutos con el jefe de servicio. Además de firmar asistencia de cuatro días en menos de un minuto, la hora que anotó en la página -8:30- y que presenció CIPER aquel día, no corresponde a lo que marcaba el reloj: 9:35.
Ese martes, como todos los de 2009, el doctor Fontalva tenía que estar desde las 8:30 en el policlínico de nefrología. Su agenda indica que los lunes, martes y jueves debe atender pacientes con consultas programadas hasta las 10:30. Pero ese martes empezó su trabajo con una hora y media de retraso. La sala de espera, como siempre, estaba llena desde antes de las 8:00, con alrededor de 30 personas que esperaban su turno incluso de pie.
No sólo Fontalva empezó a atender con atraso a los pacientes con hora solicitada desde hacía meses. Antes que él, ya habían pasado por el registro de ingreso otros 15 médicos. Cuatro lo hicieron antes de las 8:00. Los demás fueron firmando a medida que llegaban. Sólo uno de ellos marcó la hora que marcaba el reloj: el doctor Carlos Peña.
CIPER pudo constatar en terreno que esa misma conducta se repite cada día. Y se sigue repitiendo tanto ahí como en cualquier otro hospital del país.
A través de la Ley de Transparencia, CIPER obtuvo copia de los libros de asistencia de 2009 de cinco de los principales hospitales de Santiago. Uno de ellos es el San Borja. Los otros son el Barros Luco, Félix Bulnes, Salvador y Sótero del Río (ver mapa). Entre los cinco suman 3.141 camas, una dotación aproximada de 2.000 médicos y casi 67.000 pacientes en lista de espera para consultas de especialidad o cirugías electivas. Su población beneficiaria supera los cuatro millones de personas -más del 23% de la población nacional- que corresponden al sector más vulnerable del país.
Las fotocopias de los libros a las que tuvo acceso CIPER son un montón de páginas con firmas desordenadas y nombres y horas en muchos casos ilegibles. Los pedimos en agosto del año pasado. Después de meses revisándolas y procesándolas, logramos identificar a los doctores que los firman. Luego cruzamos los datos con los contratos que tienen con sus respectivos establecimientos, los horarios que deben cumplir en los policlínicos y en sus consultas privadas y verificamos en terreno cómo funcionan los mecanismos de control de los doctores en los hospitales. El resultado de casi un año de investigación da cuenta de que, a diferencia de todos los demás funcionarios de la salud pública, los médicos son los únicos que carecen de todo control y fiscalización. Nadie garantiza que efectivamente atiendan a la población más pobre de la capital.
Muchos médicos omiten sus horas de salida. Imposible saber si los días que firman cumplen o no con su jornada. Otros desaparecen durante semanas o meses de los registros sin que quede justificación. Algunos aprovechan de firmar semanas completas en un solo día. O marcan las horas que les exige el contrato, pero no las que marca el reloj. Y no son pocos los que se escapan a atender pacientes en sus consultas particulares o clínicas privadas. En muchos casos, frente a la mirada indiferente del jefe de servicio, el encargado de fiscalizar que eso no suceda. De todo ello fuimos testigos.
Siete meses después de que CIPER comenzara esta investigación, la Contraloría General de la República publicó un informe que detectó varias irregularidades en una inspección a 13 centros asistenciales del país. La auditoría confirmó otro hecho anómalo que ya habíamos constatado: varios médicos usan la infraestructura de los hospitales y su horario funcionario para atender pacientes privados. Y corroboró que no cumplen con las jornadas estipuladas en sus contratos, que no registran su ingreso o salida de los establecimientos y que, debido a esta misma falta de control, se pierde el rastro de algunos pacientes cuando, debido a la falta de camas, los derivan a unidades distintas sin dejar registro.
Pero hay algo que no dice el documento: las mismas irregularidades aparecieron hace ocho años en una inspección hecha por la Contraloría a 16 hospitales distintos. Lo mismo se repitió en nuevas inspecciones del organismo contralor en los últimos años. A pesar de los compromisos de las autoridades del sector por corregir las fallas del sistema, todo sigue igual.

La cultura del sistema

La mañana del jueves 4 de febrero, Jorge Núñez no fue a trabajar. Este conductor de buses del Transantiago tenía control a las 10:00 con el doctor Sergio Loyola en el Hospital Félix Bulnes, y pidió cambio de turno. Pensó que a las 12:30 ya debería estar de vuelta. Pero al mediodía tuvo que llamar a la empresa para decir que no alcanzaría a llegar, que el doctor no había llegado aún y que no sabía hasta qué hora tendría que esperarlo.
Era su segundo control con el doctor Loyola después de que llegara en enero de 2009 aquejado de un infarto. El primero tuvo lugar una semana después del alta. No logró que le dieran una hora para su segundo control hasta un año después. Pero el 25 de enero de este año, el doctor Loyola no llegó y Jorge tuvo que volver al trabajo después de haber perdido toda la mañana en la sala de espera. No le dieron explicación a él ni a ninguno de los demás pacientes que aguardaban. Así que pidió una nueva hora. Se la dieron para ese jueves 4 de febrero. A pesar de que el horario que el doctor Loyola debía cumplir ese día en el policlínico era desde las 10:30 a las 13:00, no apareció por ahí hasta las 12:55. Jorge Núñez llevaba tres horas esperando. El plantón hizo que tuviera que hacer el turno de noche en su trabajo, el mismo que desde que tuvo el infarto evitaba. Al doctor no le pasaría nada.
Aunque la escena tiene nombres y apellidos, lo que pasó en el Hospital Félix Bulnes pudo haber ocurrido en cualquier otro centro asistencial. Las salas de espera se llenan con pacientes que han insistido durante semanas o incluso meses por una consulta. Y como no quieren correr el riesgo de perder su turno, incluso llegan antes. Muchas veces, desde sectores alejados y sin locomoción. Pero los doctores no llegan a la hora y en muchas ocasiones no cumplen con la agenda. O si lo hacen, examinan a la rápida. Nadie los sanciona.
En los departamentos de recursos humanos de los hospitales investigados por CIPER, los funcionarios aseguran que no tienen ninguna atribución para fiscalizar a los doctores, que el único que puede hacerlo es el jefe del servicio clínico. Pero lo cierto es que la regulación y control al estamento médico es nula.
Según un estudio de la Subsecretaría de Redes Asistenciales en conjunto con el Banco Mundial, actualmente en el país hay un médico por cada 559 habitantes y el sistema público tiene un déficit de especialistas que alcanza al 40%. Eso, sumado a una deuda hospitalaria que según datos del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) a julio de este año era de $106.591 millones (de la cual el 41,9% corresponde a los Servicios de Salud Metropolitanos), ha transformado a la falta de doctores y de recursos en el eje de la discusión sobre la crítica situación de la salud. Aunque todo eso es cierto, gran parte del problema tiene que ver con la gestión de un sistema que, más que en función de los pacientes, ha sido estructurado por y para los médicos.
-Esa es la cultura dentro del sistema: los médicos mandan en todo. Ellos tienen el sartén por el mango y hay que tener mucho cuidado cuando uno intenta enfrentárseles. Contra eso no se puede hacer nada. Son los “diostores” y la administración hace todo para su comodidad –dice un alto funcionario de la Subsecretaría de Salud que prefiere mantener su nombre en reserva.

El mundo especial de los doctores

Hace un tiempo, al doctor Marco Antonio Chahuán, el único especialista broncopulmonar del Hospital San Borja Arriarán, le reclamaron por el no cumplimiento de sus horarios. En sus registros de asistencia, durante todo 2009 Chahuán aparece con una jornada de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas. Todo bien, si se considera que tiene un contrato por 22 horas semanales, más 11 dedicadas a la docencia en la Universidad de Chile. Lo extraño aparece cuando se hace el cruce con los horarios que cumple por las tardes en la Clínica Tabancura. El lunes empieza a las 13:00, una hora antes de su salida del hospital, mientras que los miércoles y jueves, lo hace a las 14:00. Es decir, al mismo tiempo que el doctor anota su salida del hospital en Santa Rosa con Avenida Matta, está comenzando su jornada en una clínica privada distante a más de 8,5 kilómetros, en La Florida.
-Ha sido muy complicado. El trabajo de Chahuán es excelente. Conversé una vez con él la distorsión de su horario, pero son cosas que se dejan pasar. No nos podemos dar el lujo de perder a un especialista como él. No tendríamos cómo conseguir otros así –dice el doctor Félix Muñoz, ex jefe del servicio de medicina del San Borja.
Situaciones como esa ocurren en todos los hospitales: muchos doctores dejan de cumplir sus jornadas para irse a atender pacientes particulares. La doctora María Eugenia Álvarez, reumatóloga del mismo establecimiento, aparece con un contrato de 11 horas semanales. En el libro de asistencia de 2009, entre el primero de enero y el 19 de octubre marcó presencia en 117 oportunidades y en sólo 30 anotó la hora de salida. Según los registros, atendió pacientes los lunes, martes, miércoles y viernes. Generalmente ingresó a las 8:00 y –considerando los días que sí marcó jornada completa– se retiró a las 13:00, a excepción de los lunes que marcó como hora de egreso las 14:30. Si se comparan sus horarios con los que cumple en la Clínica Vespucio, todo está en regla. Pero en Dipreca también aparecía ingresando los lunes, miércoles y viernes a la misma hora que se retiraba del hospital; mientras que los martes lo hacía a las 11:30, tres horas antes de la hora de salida que registra el libro de asistencias del San Borja.
CIPER constató que en el Hospital del Salvador hay médicos que llegan a firmar y luego se van a sus consultas particulares. En el Félix Bulnes hay varios cuyos horarios se superponen con los que deben cumplir en sus consultas particulares. Lo mismo pasa en el Sótero del Río, en el Barros Luco y en muchos otros hospitales del país.
Aunque los funcionarios lo saben, callan. Así funciona el sistema. Una enfermera de uno de los hospitales investigados por CIPER cuenta que cuando un médico no está en el policlínico y los pacientes que lo esperan preguntan, deben decir que está realizando visita en la sala de hospitalizados. A juicio de un alto funcionario del Ministerio de Salud, eso se explica porque “el personal de los hospitales le rinde pleitesía a los médicos”.
-El doctor es el que manda. Y el jefe del servicio médico es un dios, respetado por todos. No es el jefe, sino la autoridad. Por eso el médico tiene una especie de mundo especial -agrega.
Aunque los doctores siempre han sido los reyes del sistema de salud, su diseño se ha ido modificando en su beneficio desde hace al menos tres décadas (ver recuadro 2). Actualmente están regidos por dos leyes hechas completamente a su medida. La primera es la Ley 15.076, algo así como la norma madre para el estamento médico. En ella se establece, entre otras cosas, que para acceder a un cargo titular en el sector estatal el concurso puede ser público o interno. También que sus sueldos aumentarán cada tres años por el sólo hecho de permanecer en el servicio y que gozan de distintas asignaciones, lo que según la escala de sueldos vigente significa que en el primer año un profesional puede llegar a ganar poco más de un millón de pesos. Pero ahora esta norma sólo regula a los profesionales con contratos de 28 horas: los que cumplen turnos de urgencia.
Para los demás, con contratos de 11, 22, 33 ó 44 horas semanales, está la Ley 19.664, que flexibiliza la relación de la institución con el médico, dándoles mayor poder de decisión a los directores de hospitales o de servicio en cuanto al número de especialistas necesarios por establecimiento, el monto de pagos por estímulo y posibilidades para que los médicos distribuyan sus jornadas entre la salud estatal y la privada, donde sus ingresos pueden multiplicarse por tres.
Para evitar la fuga masiva al sector privado, los contratos del sector público se han estructurado de tal manera que no sean excluyentes entre sí. Según el estudio de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, el 24,8% de los doctores del sector público se rige por las dos leyes, al tener simultáneamente contratos de 22 y 28 horas, por lo que reciben dos sueldos. Pero a pesar de que hay dos marcos legales que regulan la actividad, los médicos gozan de total libertad.

Los privilegiados

Poco antes de las ocho de la mañana, al mismo tiempo que las salas de espera se van llenando con pacientes, en los hospitales hay puntos donde los funcionarios se aglomeran. Las filas se forman frente a la máquina en la que deben poner su dedo y marcar In o Out. Es el control biométrico, el sistema de registro de asistencia digital al que deben someterse todos los auxiliares, técnicos paramédicos, enfermeras y personal administrativo de los recintos asistenciales. La información va directamente a una base de datos que maneja el departamento de Recursos Humanos de cada hospital. Pero los médicos, en su gran mayoría, no aparecen por esos sectores.
Para el estamento más alto del sistema de salud, el control aún se hace a mano en libros o carpetas. Pero que nadie revisa. Desde hace años los informes de Contraloría indican que el mecanismo es vulnerado. Hace casi una década se intentó iniciar un control de asistencia más uniforme para todos los funcionarios de los hospitales. El ministro de Salud de este gobierno, Jaime Mañalich, intentó hacer lo mismo en julio de este año. Afirmó que el sistema actual “no tiene la rigurosidad de un sistema de marcado de tarjeta o huella digital” y se reunió con los directores de los Servicios de Salud para concordar un mecanismo que regule el control de los horarios que cumplen los doctores. Pero el rechazo ha venido desde el mismo Colegio Médico.
-El gremio de doctores tiene mucha influencia. Los médicos no soportan que se les controle. Creo que no van a aceptar ser fiscalizados al igual que el resto de los funcionarios –dice el doctor José Luis Contreras, ex director del Hospital San José.
Los dichos de Contreras son ratificados por funcionarios de los hospitales investigados por CIPER, quienes aseguran que varios directores de establecimientos han sido destituidos por intentar instaurar un control para los doctores. Para el doctor Félix Muñoz, ex jefe del servicio de medicina del Hospital San Borja, someterse al control biométrico “es como perder ciertos derechos adquiridos”.
Esos derechos se traducen en beneficios que marcan jerarquía y los distancian de cualquier otro estamento del personal.
-Cuando un funcionario llega tarde o no aparece en el hospital, hay sanciones. Se les suman las horas no trabajadas y se les descuentan del sueldo. También se les hacen anotaciones en sus hojas de vida, disminuyendo las calificaciones que evalúa un comité calificador. Pero en el caso de los médicos no pasa nada. Nadie fiscaliza que lleguen a la hora, que cumplan su horario ni que firmen el libro cuando corresponde –cuenta un ex jefe de personal de uno de los hospitales investigados por CIPER.
En el Ministerio de Salud reconocen que eso ocurre porque los doctores “están considerados como un segmento aparte”: los jefes de servicio prefieren darle todas las comodidades antes de que el especialista se enoje y se vaya. Y esa flexibilidad se traduce incluso en contratos que, por “derecho”, se siguen pagando a pesar de no cumplirse.
El caso del doctor Antonio Raffo es algo común. Es jefe de la unidad de diabetes del Hospital Sótero del Río, y desde el primero de enero de 1998 tiene un contrato de planta por 28 horas. A eso se suma el otro convenio con el que figura en la dotación médica del complejo asistencial vigente al 30 de septiembre de 2009: un vínculo a contrata con el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO) –del cual depende el hospital– por 33 horas a la semana durante todo 2009. Según la Ley 15.076, ambos convenios son incompatibles, ya que los cargos de 28 horas pueden ser simultáneos “sólo con jornadas de un máximo de 22 horas semanales”. Aun así, ambos fueron renovados por todo 2010. Pero no es que haya algo extraño. El mismo cuerpo legal hace una excepción que les otorga a los doctores un beneficio que no corre para ningún otro miembro de las dotaciones funcionarias de los hospitales.
La Ley 15.076 en su artículo 44 dice que todos los profesionales que cumplan 20 años en cargos de servicios de guardia nocturna y días festivos, quedan “exentos de la obligación de prestar dichos servicios y conservarán los derechos que esas funciones les conferían, cualquiera que fuere el cargo que actualmente desempeñan o pasen a desempeñar en el futuro estos profesionales funcionarios”. Eso significa que al cumplirse ese plazo, los doctores seguirán recibiendo el sueldo y los beneficios que tenían como encargados de turnos de urgencia, pero quedan libres de realizar los turnos de 12 horas en las noches y los fines de semana o festivos. ( Ver aclaración)
En las unidades de recursos humanos de los hospitales cuentan que el jefe de servicio es quien decide cómo se arman los equipos médicos, cómo se distribuyen las horas e incluso cuánto se paga, y que muchas veces lo hacen de manera informal, sin papeles de por medio ni registros de los trabajos realizados.
-Ni siquiera se cuestionan sobre los recursos disponibles y no se dan cuenta de que a veces esos acuerdos no son realizables. Entonces, uno ni se entera hasta que a fin de mes llegan a cobrar. Pero uno tiene que pagar nomás. Si le digo al jefe de servicio que a cierto doctor no le voy a pagar porque no ha ido o porque llega tarde, que en el caso de otro funcionario significaría sanción, me mandan a la cresta. Vaya o no vaya al médico se le paga igual. No hay nada que hacer –cuenta un jefe del área de personal de uno de los hospitales investigados.
No hay control posible. Así lo demuestran los contratos de la doctora Soledad Hidalgo, endocrinóloga del Hospital San Borja. El primero data de 1999, como doctora titular (indefinido) por 33 horas. Pero durante 2009 sumó un nuevo cargo por 22 horas. En suma, los convenios que tenía con el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), le habrían hecho tener que cumplir 55 horas semanales, algo así como 11 horas diarias cinco días a la semana. Además de ser un convenio ilegal, según lo que registra en el libro de asistencia sólo cumplía el de 22 horas. Y es imposible que haya cumplido el otro: en las tardes atiende a sus pacientes privados en las clínicas Avansalud o Las Condes (Ver aclaración 2).

Cuando ya no queda nadie

Poco antes de las 17:00, Rubén sube la escalera del Centro de Diagnóstico y Tratamiento del Hospital San Borja. En los pasillos se ve muy poca gente. En los hospitales de Santiago a partir de las 13:00 la aglomeración de gente de las mañanas empieza a desaparecer. Para las 15:00, ya casi no hay nadie. Son muy pocos los doctores que atienden pacientes después de las 14:00, aunque formalmente los policlínicos funcionan hasta las 17:00. Ese jueves 26 de agosto no era la excepción. Un guardia se le acerca. Le dice que ya no se atiende público.
-Voy a cardiología. Me dijeron que me harían un examen en la tarde –dice Rubén.
El guardia lo deja pasar. En el mesón de cardiología hay dos mujeres sentadas.
Rubén acaba de ir al médico por problemas respiratorios. El médico le ha dado una orden para realizarse un test de esfuerzo, un examen cardiológico que permite analizar la respuesta cardiovascular ante un esfuerzo físico progresivo y estandarizado. Rubén no tiene dinero para realizárselo de forma particular y en el hospital, por la alta demanda, le han dicho que recién en tres meses más se lo podrían practicar. Pero lo necesita. Debido a las listas de espera, es común que un paciente llegue a la consulta con el médico sin los exámenes solicitados porque no le han dado hora.
Durante las esperas, Rubén escuchó que el doctor Mario Alfaro, con contratos de 22 y 28 horas en el San Borja, realizaba el examen cardiológico que necesitaba en el mismo hospital durante las tardes. Rubén se aproxima al mesón y les cuenta su problema a las dos mujeres. Una de ellas le pregunta si tiene la orden médica para el examen. Rubén asiente. Ella le dice que sí puede ayudarlo. Le dice que es la secretaria del doctor Mario Alfaro y que él podría realizárselo. Pero no ese día. Antes tiene que comprar un bono Fonasa dando el RUT del médico y el número 17-01-003. Una vez hecho eso, tiene que llamarla y allí ella le avisará qué días por las tardes estará el doctor. Que no se preocupe, porque en no más de dos o tres días el examen estará listo.
CIPER siguió paso a paso la escena. Y constató que el doctor Alfaro utiliza las instalaciones del hospital para atender consultas privadas. Para ello, sus secretarias piden un bono Fonasa a nombre de Alfaro, que al paciente le cuesta alrededor de $20.000 y él se queda con ambas copias. Según los funcionarios del hospital, hace por lo menos dos años que el médico utiliza ese procedimiento.
Un día con el doctor Fontalva
Un par de niños juega entre los asientos de la sala de espera del Policlínico de Nefrología del Hospital San Borja Arriarán. Sus madres esperan desde poco antes de las 8:00 que aparezca el doctor Rubén Fontalva. Son las 8:40 del jueves 26 de agosto y desde hace 10 minutos el doctor debía estar atendiendo pacientes. Pero aún no llega.
Fontalva es el mismo nefrólogo que el 29 de diciembre del año pasado llegó tarde, anotó una hora que no correspondía y firmó cuatro días en el libro de asistencia en menos de un minuto. Ahora, en agosto de 2010, recién a las 10:20 apareció por el policlínico. Ocho minutos después llamó al primer paciente. En siete lo despachó. Entonces salió del box y se perdió en el pasillo.
A las 10:46 hizo pasar al segundo. Mientras, uno de los que esperan se impacienta. Sergio Deischler viene a control cada seis meses y su cita era a las 9:30, pero aún no lo atienden. Tiene prisa. Como todas las semanas desde hace cuatro años, su sesión de cuatro horas de diálisis en un centro de Ñuñoa comienza a las 11:00. Es lo que él llama, su “largo jueves de Auge”. Y hoy, como cada vez, se hace más largo de lo normal.
A las 11:08 le dicen a Sergio que es su turno. Fontalva lo recibe, lo hace pasar al box Nº2 y le dice que lo espere, que en un minuto vuelve. El doctor sale y se pasea por el pasillo y la sala de espera. Conversa con un colega. Abraza a una paramédica. Habla y bromea por celular. Demora, en total, 22 minutos. Después vuelve al box y le da una rápida disculpa a Sergio. Luego le pide los exámenes y les echa una ojeada. Al mismo tiempo le pregunta si se siente bien, si tiene alguna molestia y si le quedan medicamentos. Le hace una receta, le dice que en seis meses más se verán y se despide. Son las 11:37 y Sergio se va enojado a pedir hora para la próxima consulta. Ya no llegó a la hora a su sesión de diálisis.
Fontalva sale del box, cierra la puerta y se dirige al mesón de la recepción. Su horario de policlínico los jueves termina a las 12:30. Para eso aún falta una hora, pero le dice en voz baja a una de las secretarias que tiene que irse y que los pacientes que quedan sean agendados para una próxima consulta. Y el doctor Rubén Fontalva, el mismo que aparece en algunos pendones publicitarios de la Clínica Dávila, se va.
En la tarde, Fontalva atiende pacientes en la clínica privada entre las 14:00 y las 20:00. El jueves 26 de agosto, a las 14:03 entra su primer paciente. 14 minutos después pasa el siguiente. Aquí las consultas tienen otro ritmo: para las 14:30 ya atendió a tres pacientes, los mismos que revisó en toda la mañana en el hospital. Con cada uno se toma el cuarto de hora estipulado en la agenda. Después de ver a un cuarto paciente baja a comer algo a la cafetería. A las 15:00 ya está de vuelta y nueve minutos después atiende al quinto. A las 15:27 pasó el sexto. A las 15:42 ingresa otro. Para las 16:30 ya ha atendido a 10 pacientes, la mitad de los que tiene en agenda para la tarde. El ritmo no cambiará. A las 19:15 Fontalva sale de su oficina, cierra la puerta y camina por el pasillo de la clínica al tiempo que se saca la bata. Se acaba su jornada. Ya atendió a los 20 pacientes que tenían hora con él.
Un sistema a la medida
El cambio que vino en 1979 con la promulgación del Decreto Ley 2.673 transformó al sistema de salud en Chile. Al tiempo que se creaba Fonasa como continuador del Servicio Médico Nacional de Empleados (Sermena) y único administrador de los fondos públicos para el área, partía un proceso que flexibilizaría el sistema hospitalario, daría impulso a la privatización y eliminaría en gran parte los mecanismos de control y fiscalización.
El Sistema Nacional de Salud (SNS), que desde su dirección general coordinaba las prestaciones asistenciales en todo el país, desapareció para dar nacimiento al Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), constituido por 27 servicios regionales independientes cuya dirección sería definida a través de respaldos políticos. Al descentralizarse, el sistema perdió su aparato técnico y la capacidad de normar y controlar lo que sucede en los hospitales del país. Esto le significó al Colegio Médico una pérdida de poder –al quedar sin el control de los médicos y de la atención médica curativa del Sermena–, pero a pesar de los cambios los doctores seguirían con el control del sistema.
Hace dos décadas, un estudio realizado por el Colegio Médico y la Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluó la situación asistencial en el país. Para ese entonces, el 58,7% de los médicos que había en Chile trabajaba en el sector público y alrededor de la mitad obtenía al menos dos tercios de su ingreso del sector privado. El 81,4% tenía dos o más empleos, ya que nueve de cada diez pensaban que sus sueldos en el sector público eran inadecuados. De hecho, el 60,4% de los que trabajaban en el SNSS lo hacía por menos de 30 horas semanales. El informe de 1990 concluye que el sector público ha perdido relevancia frente al privado, el que concentra el mayor tiempo del trabajo médico. Habla también de un “sector de médicos empresarios que son propietarios o accionistas de clínicas, Isapres y laboratorios” y de una “progresiva significación del libre mercado en la atención médica”.
Veinte años después, todo sigue vigente.
La fiscalización de los 13.308 médicos con contrato en el sistema público –un 44% del total de médicos en Chile– depende de los directores de cada servicio y de cada establecimiento. Actualmente, de los 29 servicios de salud regionales, 25 son dirigidos por un médico y al menos el 60% de los encargados de los 192 hospitales son parte de ese estamento. Ellos ponen las reglas. No sólo son los que los que deciden qué se hace y qué no en los establecimientos de salud, sino que además cuentan con una serie de beneficios que les permite actuar con total libertad, lo que influye directamente en las listas y tiempos de espera y la calidad de la atención a los pacientes.
-El médico antes tenía que tener una vocación que ahora se ha perdido. Con las altas responsabilidades ya no alcanza para hacer negocio del trabajo –reconoce un jefe de servicio de uno de los hospitales investigados por CIPER.
Aclaración
El reportaje original publicado en revista Qué Pasa decía que los médicos con cargos de 28 horas que han cumplido 20 años de servicio, quedan libres de seguir realizando los turnos de urgencia, pero conservan los beneficios y el sueldo, según lo indica el artículo 44 de la Ley 15.076. Lo cierto no es que los doctores dejen de hacer los turnos de urgencia, sino que quedan liberados de los turnos de 12 horas nocturnos y en fines de semana o festivos. Los turnos de día -también de 12 horas- los deben seguir cumpliendo.
Aclaración 2:
Después de publicado este reportaje, la doctora Soledad Hidalgo, endocrinóloga del Hospital San Borja Arriarán, se contactó con CIPER para aclarar que ella sólo cuenta con un cargo a contrata con el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC) de 22 horas. Y que si bien le ofrecieron el cargo de 33 horas como médico de planta, ella optó por motivos personales y profesionales dejar ese en vacancia y tomar uno por menos horas.
La confusión se debió a que en los registros de personal publicados en el sitio de Transparencia Activa del SSMC del año 2009 –que para todos los efectos es información oficial–, la doctora Hidalgo figura con un contrato de planta por 33 horas vigente desde 1999 y sin fecha de término. Hasta el año pasado en ese mismo registro también aparecía en la dotación a contrata con un cargo de 22 horas. Tiempo después este último fue eliminado, pero en la dotación histórica correspondiente a enero de este año, sí aparece ese contrato con fecha de inicio el 01 de enero de 2009 y con término el 31 de diciembre del mismo año.
Aclaración 3
Después de publicado este reportaje, el doctor Edmundo James Sánchez se puso en contacto con CIPER para aclarar que el 31 de diciembre de 2008 se acogió a jubilación después de haber trabajado 38 años en el Hospital Barros Luco. Su nombre aparece mencionado entre los médicos de dicho establecimiento que no registran firmas durante todo 2009 y también figura en los registros de asistencia del servicio de medicina de ese año del hospital. Tampoco registra ninguna firma. La confusión, entonces, se debió a que en esos documentos su nombre aparece en todas las páginas destinadas al registro de asistencia de fines de semanas o días festivos, sin indicar alguna observación –habiendo un espacio especialmente dedicado a ello– que especifique que el profesional ya no trabaja en el establecimiento.
Lamentamos lo ocurrido, pero toda la información fue proporcionada por el Servicio de Salud Metropolitano Sur luego de haber sido solicitada a través de la Ley de Transparencia y que el Consejo para la Transparencia dictaminara que los datos pedidos debían ser entregados por ser considerados información pública. Por lo mismo, para cualquier efecto tienen el carácter de información oficial.
*En esta investigación colaboraron los periodistas Franco Beiza, Matías Fouillioux, Javiera Pacull y Gustavo Villarrubia.
*Este reportaje fue publicado en revista Qué Pasa en la edición del 24 de septiembre.

Vía:
http://ciperchile.cl/2010/09/27/medicos-sin-control-los-duenos-de-la-salud-publica-en-chile/

Sociedad: The power of fear - El poder del miedo - Die Macht der Angst / Susan George



Attac TV y su productora, La Antena, han emprendido una campaña de crowdfunding para rodar un documental sobre la Economía del Bien Común en Europa. Puedes apoyarnos visitado http://ebc-documental.com y compartiendo este contenido con tus amigos y amigas en las redes sociales.

ENGLISH: Attac TV and his production company, La Antena, have launched a crowdfunding campaign to make a documentary on the Economy for the Common Good in Europe. You can support us by visiting http://ecg-documentary.com and sharing this content with your friends in social networks.

DEUTSCH: Attac TV und ihre Produktionsfirma, La Antena, haben eine Crowdfunding-Kampagne gestartet, um einen Dokumentarfilm über Erfahrungswerte der Gemeninwohl-Ökonomie in Europa zu drehen. Besuchen Sie unsere Webseite: http://gwoe-dokumentarfilm.com Hier können sie sich näher informieren und die Inhalte mit Ihren Bekannten und Freunden in den sozialen Netzwerken teilen.

Sociedad: La NSA y la saga de Snowden... Carlos Fazio


Desde hace un cuarto de siglo, al terminar la guerra fría, los miembros de la llamada comunidad de inteligencia de Estados Unidos –que agrupa a 16 agencias, departamentos y servicios que dependen de la oficina del director nacional de Inteligencia, James Clapper− han dejado de ser parte de una cofradía fascinante de aristócratas aventureros que, inspirados por el sentimiento de que nobleza obliga, cumplía atrevidas misiones clandestinas.
Hoy día, la casi totalidad de quienes se dedican de manera profesional al espionaje está compuesta por recolectores de datos de seguridad, analistas e inquisidores que, lejos de constituir un conjunto de nerds informáticos o burócratas que interceptan llamadas, cumplen una misión eminentemente militar. Y si bien personal de la CIA, la FBI y la DEA realiza operaciones paramilitares encubiertas, de infiltración, penetración, guerra sicológica, propaganda y otras propias del espionaje tradicional, sus esfuerzos −como han venido develando las filtraciones a cuentagotas del ex analista Edward Snowden− han quedado empequeñecidos al lado de los enormes y sofisticados programas de obtención de información por medios técnicos, que ponen en práctica otros servicios como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, del Pentágono) y la Oficina de Reconocimiento Nacional (NRO).
Es indiscutible que por razones de seguridad nacional la obtención de información secreta constituye una función necesaria en todo Estado moderno. En cambio, sí son discutibles las masivas operaciones clandestinas, ilícitas e ilegales, ejecutadas no sólo contra gobiernos considerados enemigos, hostiles e ideológicamente adversos o personas potencialmente peligrosas, sino contra líderes aliados y amigos, miembros de gabinetes, altos funcionarios públicos y directores de empresas paraestatales estratégicas (como Pemex o Petrobras), políticos, militares, industriales, corporaciones empresariales y millones de ciudadanos de a pie pertenecientes a las clases medias digitales globales, bajo la pantalla de tareas de inteligencia antiterroristas. A ello se suman los dudosos fines a los que destina esa información el gobierno de Estados Unidos, esto es, como un instrumento secreto de la Casa Blanca, de un grupo selecto de congresistas, los amos de Wall Street y personas poderosas del complejo militar-industrial-energético-mediático, que alimenta las guerras imperiales y neocoloniales por territorios y recursos geoestratégicos en curso.
Hasta ahora, el Estado policial totalitario al servicio de Barack Obama y los grandes magnates de Estados Unidos había venido funcionando con un alto grado de cohesión, disciplina vertical y defensa mutua, y operaba con total impunidad gracias al aval de una red de poderosos aliados internacionales, como la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente galo, François Hollande; el primer ministro italiano, Enrico Letta; el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el premier David Cameron, cuyo país, Gran Bretaña, integra junto con EU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda el llamado grupo de los cinco ojos.
Las revelaciones sobre la pinchadura de un teléfono móvil que la señora Merkel usó entre 1999 y julio de 2013, con el consiguiente acceso a los mensajes de texto y las conversaciones de la jefa del gobierno alemán, parecen haber modificado levemente su actitud contemporizadora, y acaba de señalar que espiarse entre amigos es inaceptable. Lo que más preocupa a los socios europeos de la OTAN es que la NSA y los servicios británicos, activos colaboradores de los estadunidenses a través de su Cuartel General de Comunicaciones (GCHQ), estén utilizando el espionaje para obtener información de bases de datos financieros y bancarios, y para robar información comercial e industrial, con la consiguiente repercusión desleal en los mercados.
Evidencias sobran. La NSA y el GCHQ infiltraron en Bélgica las redes de la compañía telefónica Belgacom, lo que les permitió acceder de manera secreta a la base de datos SWIFT −el sistema mundial interbancario−, bajo la excusa de combatir al terrorismo. La semana pasada, una comisión del Parlamento Europeo pidió que se anule el acuerdo de transferencia de datos bancarios con EU (muy sensible para Washington) y estudia suspender otro acuerdo vigente llamado safe harbour, por el que unas 3 mil empresas estadunidenses acceden a datos de los europeos.
Otras revelaciones indican que la NSA espiaba la embajada de Francia en Washington bajo el código secreto Wabash, mientras la misión gala en la ONU era monitoreada bajo el código Blackfoot, traducción literal de la conocida expresión pied noir. Las investigaciones se centraban en las mensajerías electrónicas de cuentas de Wanadoo.fr, antigua filial de la francesa Orange, y alcaltel.lucent.com, empresa franco-estadunidense que desempeña un papel clave en materia de equipamiento de redes de telecomunicación.
Italia ha sido espiada por partida doble. Por un lado, con el ya famoso programa de vigilancia electrónica Prisma de la NSA, y también por un programa paralelo y convergente llamado Tempora, utilizado por los 007 de Gran Bretaña para espiar los cables de fibra óptica que transportan las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y el tráfico de Internet. El objetivo ha sido la obtención de datos sobre tecnologías avanzadas, potencialidades bélicas o negociaciones comerciales legales entre empresas italianas y países árabes.
La NSA es la punta del iceberg. Según Der Spiegel, la CIA y la NSA tenían 80 equipos de vigilancia en el orbe en 2010. Gracias a Snowden, Julian Assange y el soldado Manning, hoy se sabe que el espionaje masivo es una política oficial de la administración Obama, como base de un Estado policial omnipresente. No obstante, una nueva conciencia civil colectiva se abre paso y se sintetiza en el Dejen de espiarnos que resonó con fuerza frente al Capitolio el sábado.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks


Vía: http://www.jornada.unam.mx/2013/10/28/opinion/023a1pol