Todo lo que sale de esas factorías de ilusión es chatarra, ha sido
elaborado para mentes infantiles y sin conciencia que caminan con el
yugo y las cadenas sin sentir el peso ni el ruido.
Son
productos diseñados para el sometimiento, para la cabeza baja, para no
compartir la frustración, para encerrarnos en nosotros mismos y tirar la
llave lejos, a cualquier río.
Los propagandistas se cuelan en
nuestras casas, en nuestras escuelas, imponen su trabajo en los
quioscos, en las librerías, hablan con su voz convincente pero de
piedra, escriben con pulso firme pero lleno de borrones, se premian
entre ellos, se aplauden, pero dicen todos lo mismo.
Son los
más eficaces esclavos con la que cuenta el poder para tenernos bien
atados, con los cerebros entretenidos en cuestiones que no nos
emancipen, que no nos permitan ver con claridad hasta donde llegan con
su depredador instinto.
En fin, en nuestras manos está
seguirles el juego, devorar la bazofia que sale de sus laboratorios o
ignorarlos completamente buscando la verdad que se abre paso en medio
del ruido ensordecedor que producen estos peligrosos charlatanes armados
de cámara y pluma que quieren conducirnos a la violencia de la
ignorancia, al horror de un mundo sin preguntas.
Vìa :
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=132113
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=132113
No hay comentarios:
Publicar un comentario