Los
mercados internacionales cerraron ayer con bajas generalizadas en sus
indicadores bursátiles, en especial en las plazas europeas. Las pérdidas
rondaron entre 1,5 y 3 por ciento. Los inversores ignoraron los
resultados de los tests bancarios que se conocieron el viernes y que
fueron superados por la mayoría de las entidades. Sólo ocho no lograron
pasar la prueba. En cambio continuaron con la mirada puesta en lo que
sucederá pasado mañana en Bruselas, donde los representantes de los
países de la Eurozona discutirán cómo resolver la situación financiera
de las economías con mayores problemas presupuestarios, como Grecia,
España y Portugal. En contraposición, el oro, utilizado como activo de
refugio en momentos de inestabilidad, superó por primera vez los 1600
dólares, al cerrar a 1602 la onza (ver aparte).
El viernes último, la Autoridad Bancaria Europea publicó los
resultados de los tests de solvencia que realizó sobre 90 entidades de
la región. Ocho bancos, cinco de ellos españoles, suspendieron las
pruebas porque no lograron superar el límite de 5 por ciento de
participación de recursos propios de calidad para responder en el caso
de un escenario económico adverso. Otros 15 bancos quedaron en el límite
de no pasar el test. El resto superó las pruebas. Esas cifras se fueron
conociendo a cuentagotas durante la jornada, lo que impidió que se
capitalizara la buena noticia en los mercados. Se esperaba que eso
sucediera ayer.Desde el arranque, las plazas europeas operaron en negativo. La Bolsa de Milán fue la que más cayó, con una pérdida de 3,1 por ciento, seguida por el mercado parisino, que retrocedió 2 por ciento, mientras que en Londres y Frankfurt las acciones cayeron 1,6 por ciento. Los papeles en el mercado madrileño, uno de las más castigados en las últimas semanas, perdieron 1,4 por ciento. Buena parte de las caídas tuvo su explicación en el mal desempeño de los bancos. A esto se sumó el aumento de las primas de riesgo sobre la deuda pública de España e Italia, que se mide sobre la cotización del bono alemán, que volvieron a situarse en 370 y 330 puntos, respectivamente. Lo mismo sucedió con los títulos públicos de Irlanda, Portugal y Grecia. La prima de riesgo griega se incrementó hasta los 1502 puntos básicos y la de Portugal quedó en 961 unidades: ambos son valores de default para los términos relativos europeos.
El comportamiento de las plazas bursátiles mostraron así la incertidumbre que existe ante la posibilidad de que la Unión Europea alcance rápidamente un acuerdo sobre el segundo programa de rescate a Grecia. Para muchos analistas, el plan con el gobierno helénico servirá de pauta para otros países en situación de insolvencia. La principal incógnita es si se avanzará en la idea de un default selectivo sobre la deuda griega con acreedores privados. Esto se definiría en la cumbre próxima en Bruselas con los ministros de la Eurozona.
En la secuencia, Portugal se presenta como el próximo a ser rescatado en la región. Los intereses de su deuda a dos años se dispararon por primera vez a un 20,3 por ciento, casi un punto porcentual más que el viernes último. El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, señaló que su gobierno heredó un “agujero presupuestario” de 2 mil millones de euros en las cuentas públicas. El déficit será cubierto con un impuesto adicional y con recortes del gasto. Portugal se comprometió a reducir su déficit fiscal del 9,1 por ciento registrado en 2010 al 5,9 este año. Sigue España: durante la jornada, la rentabilidad del bono español a diez años se disparó hasta un 6,3 por ciento, su nivel más alto desde agosto de 1997.
Vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-172554-2011-07-19.html
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