“Saludos, señores de la OTAN. Somos Anony-mous.
En un documento reciente, habéis señalado a Anonymous
como una amenaza «para el Go-bierno y para el Pueblo». También habéis
decla-rado que el secreto es un ‘mal necesario’ y que no siempre la
democracia es el modo correcto de avanzar.
Anonymous
quiere recordaros que el Gobierno y el Pueblo son, contrariamente a los
que se supone que deben ser los principios de la ‘democracia’,
entidades distintas con objetivos y deseos enfrentados a menudo. Para Anonymous,
cuando hay un conflicto de intereses entre el Gobierno y el Pueblo, la
que debe tener prioridad es la voluntad del Pueblo. La única amenaza que
la transparencia supone para el Gobierno es la de amenazar su capacidad
para actuar con métodos con los que el Pueblo no estaría de acuerdo,
sin tener que afrontar las consecuencias democráticas y las
responsabilidades de ese comportamiento. Vuestro propio informe cita un
ejemplo perfecto: el ataque de Anonymous a HBGary [la
principal empresa norteamericana de seguridad informática, proveedora
del Gobierno federal y de las principales corporaciones. HBGary fue atacada en febrero de este año por Anonymous, que sustrajo documentación que mostraba oscuras maniobras para evitar que WikiLeaks publicara información comprometedora sobre las actividades del Bank of America. N. del T.].
Es irrelevante si HBGary actuó para obtener ventajas militares o de
seguridad; el hecho es que sus actuaciones eran ilegales y moralmente
condenables. Anonymous no
acepta de ningún modo que el Gobierno y/o el Ejército tengan derecho a
estar por encima de la Ley y a usar el falso cliché de la «seguridad
nacional» para justificar actividades oscuras e ilegales. Si el Gobierno
ha de romper las normas, debe también estar dispuesto a aceptar las
consecuencias democráticas de ello en las urnas. Nos negamos a aceptar
el status quo actual,
mediante el cual un Gobierno puede contar una historia a la gente y otra
distinta en privado. La falta de honradez y el hermetismo minan por
completo el concepto de autogobierno. ¿Cómo puede la gente juzgar a los
representantes a los que vota sin ser plenamente consciente de las
políticas que practican?
Cuando se elige un Gobierno, se supone que es para «representar» a
la nación a la que gobierna. Básicamente, esto significa que las
decisiones de un Gobierno no son las decisiones de las personas que
gobiernan, sino decisiones tomadas en nombre de cada uno de los
ciudadanos de ese país. Es inaceptable mantener una situación en la que,
en muchos casos, el Pueblo desconoce total y absolutamente qué es lo
que se dice y se hace en su nombre, en la intimidad de los despachos.
Anonymous y WikiLeaks son entidades distintas. Las acciones de Anonymous no pretenden ayudar, ni tampoco han sido solicitadas por WikiLeaks. Sin embargo, Anonymous y WikiLeaks
comparten una característica común: no constituyen una amenaza para
ninguna organización, a menos que esa organización haga algo malo y
pretenda irse de rositas.
Nuestra
intención no es amenazar el modo de vida de nadie. Nuestra intención no
es dictar nada a nadie. Nuestra intención no es aterrorizar a ninguna
nación.
Simplemente
pretendemos quitarle el poder a los intereses creados y devolvérselo al
Pueblo, a quien, en una democracia, nunca debería habérsele arrebatado.
El
Gobierno hace las leyes. Pero eso no le da derecho a romperlas. Si el
Gobierno no hubiera hecho nada oscuro o ilegal, no habría nada
«embarazoso» en las revelaciones de WikiLeaks, ni habría habido ningún escándalo con HBGary. Los escándalos provocados no han sido resultado de las revelaciones de Anonymous o WikiLeaks;
son resultado del CONTENIDO de esas revelaciones. Y la responsabilidad
sobre esos contenidos debe recaer únicamente sobre los políticos que,
como cualquier entidad corrupta, creyeron ingenuamente que estaban por
encima de la ley y que nunca los cogerían.
Sugerente cartel del colectivo Anonymous. |
Nuestro
mensaje es simple: no mintáis a la gente, y no tendréis que preocuparos
por que vuestras mentiras puedan quedar expuestas. No hagáis negocios
corruptos, y no tendréis que preocuparos por que se destape vuestra
corrupción. No rompáis las reglas, y no tendréis que preocuparos por que
eso pueda acarrearos problemas.
No
tratéis de arreglar vuestro juego de las dos caras ocultando una de
ellas. En lugar de ello, probad a quedaros solo con una; una cara
honrada, transparente y democrática.
Sabéis
que no nos tenéis miedo porque seamos una amenaza para la sociedad. Nos
tenéis miedo porque somos una amenaza para el orden jerárquico
establecido. Anonymous ha
demostrado a lo largo de los últimos años que la jerarquía no es
necesaria para alcanzar grandes progresos. Tal vez nos teméis porque os
habéis dado cuenta de vuestra irrelevancia en una era que ha superado su
dependencia de vosotros. Vuestro verdadero terror no está en un
colectivo de activistas, sino en el hecho de que vosotros y todo lo que
defendéis se ha visto superado por una marea de cambios y de avances
tecnológicos.
Por último, no cometáis el error de desafiar a Anonymous.
No cometáis el error de creer que podéis decapitar a una serpiente sin
cabeza. Si rebanáis una de las cabezas de la Hidra, en su lugar crecerán
diez más. Si hacéis caer a un miembro de Anonymous, se nos unirán otros diez, simplemente como reacción a vuestro intento de pisotear la disidencia.
Para
vencer al movimiento que nos une, vuestra única opción es aceptarlo.
Este mundo ya no es vuestro. Este mundo es nuestro; es el mundo del
Pueblo.
Somos Anonymous.
Somos legión.
No perdonamos.
No olvidamos.
Idos preparando”.
[NOTA: El traductor, aunque suscribe gran parte del discurso de este comunicado, no pertenece al movimiento Anonymous,
ni tiene vinculación alguna con las actividades de este colectivo. Se
limita a difundir el texto, por considerar que sus reflexiones
constituyen un saludable ejercicio de auténtica democracia.]
Traducido por Red Kite, junio 2011.
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