El poder de la imaginación de
pensar de soñar un mundo distinto, diferente al que nos tocó cohabitar
con pobres e indigentes de la condición humana, o no tan pobres e
indigentes pero pensadores o analizadores de que este sistema
capitalista con más de cuatrocientos años de “gestión y actuación”
dentro de la sociedad humana, y como único custodio del único planeta
que habitamos, está colapsado y aplazado como administrador de nuestro
destino, futuro.
Es más ha logrado que no
tengamos destino ni futuro, los más los todos, y ellos dentro pero “sin
imaginación” para pensarse dentro de otro sistema que no sea el propio,
el de la acumulación de riqueza sin sentido, el de cada día ser más con
mucho, con todo, pero rodeados de gente, de pueblos que cada vez están
en peores condiciones de poder reproducir el circuito de que ellos se
“alimentan” para acrecentar sus burbujas de reproducción capitalista.
¿Pueden seguir así sin darse cuenta? SI, siguen así dándose cuenta. Son
los administradores de un monstruo al cual no le pueden regular sus
fauces mecánicas, no están interesados, son los custodios de alimentarlo
y alentarlo en cuanto a seguir funcionando, son los custodios de su
vida, el monstruo es su tótem y su espejo, su réplica de existencia, su
razón de ser y existir.
Nuestra ineficacia,
nuestros errores
Socialistas de sentido
científico, inexorable, el futuro viene nos decía Benedetti, y también
nos decían “no es de revolucionario quedarse al costado de la puerta, a
ver pasar el cadáver del imperialismo”. Un cadáver que aun hoy luce
lozano y pletórico de vida (o tal vez de muertes) pero que continua
airoso, no hay duda. Su principal líder y representante se va a recibir
el premio Nobel de la Paz, y hace un discurso “hablando de lo justo y
necesario de las guerras en que está involucrado, para salvar al mundo
de los enemigos de la paz, libertad y democracia”.
Gandhi
se revuelve en su tumba y en su dicho, “no hay varios caminos hacia la
paz, la paz es el único camino”, pero estos exterminadores de la paz, de
la libertad, igualdad, fraternidad, solidaridad entre los seres
humanos, nos llevan a un mundo estructurado sobre mentiras, patrañas,
engaños, donde nos anuncian que una vez superados “los males que a todos
nos aquejan por igual”, se abrirá la vieja senda de nuestra futura
felicidad, a través de un consumismo sin trabas e igualitario que les
permita engordar más sus alforjas. Para que al anochecer de cada día el
ciudadano que duerme hambriento sueñe con un plato de comida posible al
amanecer del siguiente día, el que duerme bajo el puente con un hogar,
el que quiere estudiar atravesando la puerta de una academia, el de
escaso salario con uno que le permita arribar a los bienes que mitiguen
las necesidades familiares…y así el “sueño americano” o el de los
estados y sociedades del “bienestar social” golpeará a la puerta hasta
de los hogares asiáticos y esquimales, por qué no ? O es que acaso la
“vida no es sueño” ?
Lenin decía que era válido
soñar a cuenta de después del sueño hacer cosas en concreto para que
los sueños se hagan realidad. El sueño de esa sociedad socialista más
justa, más posibilitadora para todos, con los medios de producción al
servicio de cubrir las necesidades sociales, con la banca de capitales
nacionalizada al servicio de la nación, con alimentos – vestimenta –
salud – pleno empleo - educación para el desarrollo de los sectores
populares, con un comercio a través de importación – exportación para
obtener reservas que nos hagan no más ricos sino que más libres y
soberanos para disponer de nuestros recursos de cara a una justa
redistribución de la riqueza que nos lleve a “la pública felicidad”;
parece que nada de esto cupo en el sentido de nuevos y viejos
administradores del sistema capitalista, que en algún momento
confundieron sus planteos políticos con socialismos o el moderno y
proclamado sentido progresista de plantear cambios o rectificaciones al
sistema imperante en los términos de relación social y económica.
Después
de cinco años de gobierno progresista en Uruguay el 70 % de la clase
trabajadora uruguaya cobra menos de 240 dólares mensuales, en Chile la
misma cosa, en Argentina, en Bolivia que en algunos aspectos pinta mejor
les es dificultoso a los trabajadores hablar de recuperación del poder
adquisitivo del salario, la mayor carga impositiva en estos países del
progresismo cae sobre la espalda de los trabajadores y sectores medios,
sigue siendo el libre albedrío de los sectores económicos más pudientes
en el tema impositivo – no es la razón sencilla y simple de que “el que
más tiene, que más contribuya”, ni que hablar del Paraguay donde en
principio parlamentarios y empresarios se negaron a un Impuesto a la
Renta Personal y hoy se niegan los empresarios de la soja o agronegocio a
pagar impuestos que no sobrepasan el 12 %. Pero bueno, menos mal que se
pintan de progresistas (vaya a saber donde se acuñó el término, o que
quiere decir en lenguaje político) y no de revolucionarios o socialistas
que a esta altura de sus “administraciones” se sabe que no son, o por
lo menos que a esos lugares político, ideológicos no se encaminan
ninguno de sus cambios, sino que mas bien rumbo a ser los nuevos
administradores del viejo orden capitalista.
Que
esto sea así tiene que ver con la falta de presencia, peso,
cuestionamiento, falta de propuestas creíbles y sostenibles, tomadas por
los sectores populares, de parte de los sectores políticos del
socialismo, de la revolución de la izquierda, del comunismo, del
sindicalismo, cooperativismo, y muchos más que no han sido capaces de
instrumentar y articular por dentro de la sociedad proyectos de país, de
nación, políticos, culturales, económicos que sean el instrumental
liberador con que los pueblos quieran desbrozar el camino de su
construcción futura.
El retorno de los brujos
Pasaron
ya más de tres décadas y media de Neoliberalismo, el mismo destruyó,
arrinconó, replegó a las organizaciones del sindicalismo y del
socialismo. Luego del mismo los pueblos se animaron a elegir propuestas
de cambio de las llamadas “progresistas”. Dentro de las formas
republicano – representativas de conferir el gobierno, los pueblos no se
aplazaron, puede decirse que eligieron bien. Esa elección estuvo
vinculada a Fuerzas Políticas de entonación Progresista que prometieron
cambios desde la gestión de los nuevos gobiernos, para corregir los
males de la devastación Neoliberal. Enumerando altos índices de
desempleo, liquidación de la industria nacional, de la banca nacional,
privatización y saqueo de empresas públicas – y donde no pudieron
privatizar “concesiones para tercerizar servicios”, extranjerización de
la tierra, concentración de la misma y su uso en manos de las grandes
transnacionales del Agronegocio que presentan la paradoja que su
“revolución verde” de la soja transgénica y otros cereales trae consigo
la “deforestación” que conjuntamente con la rapaz Minería seguirá
trayendo consecuencias terribles sobre nuestras tierras, desaparición de
pequeños y medianos productores y comerciantes de la ciudad y el campo
con la contracara de la aparición de grandes cadenas de Supermercados
que concentran la compra y comercialización de alimentos – ropas –
electrodomésticos y terminan siendo los “fijadores de precios” de lo que
compran y venden y finalmente teniendo mucho poder concentrado en lo
que hace al proceso de carestía de la vida de los ciudadanos.
Quienes
dentro de este proceso sacralizaron al Mercado Internacional y Nacional
como el gran árbitro y articulador de la construcción de los procesos
económicos y empequeñecieron y degradaron la labor del Estado en este
sentido, ganaron durante mucho tiempo la dominación político, ideológica
y cultural sobre la voluntad creadora de los pueblos, fueran estos de
la centralidad del sistema capitalista como de la periferia. La
Revolución Conservadora del Capitalismo se impuso a “las buenas o a las
malas”, sacar de la mente y la vida corriente y común de la gente ese
Proyecto de Mundo y Naciones, es un imperativo de la época de parte de
quienes seguimos pensando que el Socialismo sigue siendo como Sistema
Político, económico y social, la única tabla de salvación para el estado
de cosas a las que nos ha llevado el anciano régimen, un naufragio
masivo de la Humanidad. El Arca de Noé, frente a este prolongado diluvio
de crisis en varios terrenos con sus consecuencias de hambrunas,
desempleo y destrucción creciente del planeta, es el Socialismo sin
apellido y hablando el idioma que los nuevos tiempos requieren, pero no
un lenguaje de conciliación con los que nos siguen llevando a una nueva
debacle, siendo los responsables de las anteriores.
La
conciliación con los agentes políticos y económicos que han sostenido
el sistema capitalista en el centro o en la periferia, solo ha generado
en los pueblos que han apostado por “gestiones de cambios
transformadores”, desconfianza y decepción, surgiendo la ilevantable
frase de “son más de lo mismo”, generada en la visión de la falta de
convicción y decisión para profundizar en los cambios.
En
Europa la “derecha xenofóbica” recupera el timón de las naciones frente
a una socialdemocracia que fue una administradora “con rostro humano”
de los mismos intereses económicos y sociales. Algunos gobiernos
regionales y peso político en algunos parlamentos, son zonas de
presencia de la izquierda europea, y muchas centrales de trabajadores
aun mueven sus luchas y las direccionan desde esta perspectiva política e
ideológica.
En Africa subsahariana la
situación es de carácter hospitalario, y más al norte, con algunos
enclaves de mayor desarrollo y de estabilidad política, las cosas no
cambian tanto, sus pobladores se siguen subiendo a precarias
embarcaciones para huir de la miseria arribando a costas europeas, si es
que lo logran y para iniciar procesos de discriminación y esclavitud
laboral.
Oriente, Asia, Oceanía, las Américas,
no marcan diferencias en cuanto a la profunda pauperización de los
niveles y calidad de vida de sus pueblos, salvo por algunos verdores
esperanzadores que se presentan en algunos procesos políticos, que son
sustentados por la voluntad votante de los pueblos en más de un 50 %, y
en alianzas políticas “atadas con frágiles hilos”, que pueden
desbarrancarse si es que no aparecen “buenos atributos en la conducción
política, que congenien capacidades técnicas, científicas, académicas,
sociales, culturales, con un proceso transformador claro en sus
objetivos y certero en la articulación de una planificación que no se
aparte del cumplimiento de sus etapas, por más que los enemigos de los
pueblos la bombardeen con artillería pesada”.
Mascaras
democráticas
Desde Europa se lanza una mirada
esperanzadora sobre los cambios políticos que se han desarrollado dentro
de América Latina y en América Central, sobre todo desde su
Socialdemocracia y Partidos y Movimientos de Izquierda, Centrales
Sindicales…y plantean que hay que tomarlos como un buen ejemplo, para
corregir males que a ellos le acontecen.
Países
eje de lo que en Europa acontece como Alemania, Italia, Francia,
Inglaterra, Holanda, y lo que hacia adentro de la Comunidad Económica
Europea los mismos determinan, pasando por las repercusiones
internacionales en un mundo globalizado, actúan sobre la base de
políticas de Extrema Derecha en el marco de lo que ha sido la revolución
conservadora de Reagan y la Dama de Hierro. Lo clásico era que las
consecuencias de las crisis permanentes o cíclicas del Sistema
Capitalista, las pagásemos los países de la periferia, sin embargo la
actual, cuya Administración Central fija domicilio en Washington D.C,
está teniendo consecuencias terribles en Europa, hace poco nos
enterábamos que en Inglaterra los “ajustes” a causa de la misma, dejarán
un saldo de 500 mil desempleados, mientras que en otros países europeos
ya se cuentan por millones. Triste es ver como los ciudadanos europeos
les han devuelto con su voto, el gobierno de sus países, a los propios
agentes políticos generadores de las crisis con sus políticas y hoy día
los grandes “ajustadores” del Sistema Capitalista. Se que lo mismo
amerita el análisis de varias causas, complejas que confluyen, pero la
realidad es como es y también amerita verla en su simplicidad. Esos
mismos pueblos habían abdicado de la derecha política por las nefastas
consecuencias que la misma, en su maridaje con el fascismo, trajo a sus
naciones, en los desastres de la guerra y en los desmantelamientos de
sus Estados de Bienestar Social.
Si los
latinoamericanos en nuestra etapa de postmodernidad, luego de bárbaros
caudillajes medioevales, cruentas dictaduras cívico – militares,
fascismos empoderados, sistemas electivos de partidos tradicionales que
juegan al osciloscopio populista entre progresismo y conservadurismo y
que terminan sirviendo a los mismos intereses económicos y sociales que
no son los de las mayorías populares que los votan precisamente…no
entendemos que en la desarticulación de viejos o “nuevos” sistemas de
dominación capitalista está el meollo de nuestra “llegada a las
administraciones de gobierno”, seguiremos trabajando políticamente para
el diablo. En lo económico sino se destruye el viejo nudo gordiano de
una ecuación que determina en la distribución de la riqueza del 100 % de
lo producido como tal, un 20 % para el 80 % del pueblo y un 80 % para
el 20 % compuesto no de sectores populares precisamente.
En
los actuales gobiernos del progresismo, esta distribución de la riqueza
sigue siendo así básicamente. Entonces, ¿adónde estamos yendo?.
Las
fuerzas nucleadas en el actualmente llamado progresismo o
internacionalmente conocido como “otro mundo es posible”, deben comenzar
a construir las bases de un Mundo Socialista, único polo racional de
una insurgente necesidad histórica, sustituyente de un Sistema
Capitalista varias veces anunciado como moribundo, pero que se lo ve muy
pujante en cuanto a destrozar militarmente las esperanzas de cambio de
los pueblos, y devastar diaria y cotidianamente la única nave que
tenemos para arribar a un Futuro Mejor, el Planeta Tierra.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/06/sistema-de-opresion-mascaras.html
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